El movimiento noviolento sirio: perspectivas desde la base

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Informe de Dawlaty, 2015

Traducción al castellano: Carlos Pérez Barranco, Elisa Marvena, Jessica Yamile Sánchez

 

CONTENIDO

Resumen

Introducción y objetivos

Metodología

Grupos focales

Criterios de selección

Equilibrio de género

Preguntas clave en los debates

Problemas en las entrevistas y talleres

Equipo de investigación

El activismo noviolento según los y las activistas sirias

El movimiento noviolento en la época de Assad hijo (2000-2011)

La revolución noviolenta se enciende

Fortalezas del movimiento civil noviolento

Factores externos que obstaculizan el movimiento noviolento

Factores internos que obstaculizan el movimiento noviolento

Lecciones aprendidas por los y las activistas en el conflicto sirio

Estado actual del movimiento noviolento

Estado general del movimiento noviolento en Siria

Zonas controladas por el Régimen

Zonas controladas por ISIS

Zonas controladas por el FSA

Zonas kurdas

Zonas controladas por facciones islámicas conservadoras

Necesidades actuales del movimiento

Las mujeres y el movimiento noviolento

Temas polémicos identificados durante los debates

Politización de la financiación, organizaciones internacionales e intervención internacional

Interior y exterior

Zonas controladas por el régimen y zonas “liberadas”

Militarización

¿Puede el movimiento recuperar su fuerza?

Recomendaciones

Recomendaciones para los y las activistas

Recomendaciones para la sociedad civil siria

Recomendaciones a las organizaciones y los donantes internacionales

Conclusión


 

RESUMEN

 

La revolución siria está atrapada en una compleja red de desafíos, incluyendo un movimiento noviolento en declive, grupos militantes volátiles, y actores regionales e internacionales que son más activos en el conflicto que los propios sirios. Sin embargo, ocultos por esta sombría realidad, todavía existen personas activistas noviolentas que trabajan tanto en la sombra como a plena luz del día, dentro de las fronteras de Siria y en el extranjero. Estas personas se esfuerzan por mantener viva la llama de la revolución noviolenta, a pesar de las abrumadoras fuerzas que actúan contra ellos. Dawlaty conversó durante un período de seis meses con estas personas, animándolas a buscar nuevas herramientas, a cuestionar anteriores elecciones, y a analizar los éxitos y los fracasos del movimiento noviolento en Siria. Este informe es fruto de ese diálogo.

 

Dawlaty es una organización sin ánimo de lucro que se centra en el desarrollo y potenciación de la sociedad civil en Siria, a fin de facilitar una transición democrática. Este informe busca documentar las experiencias y reflexiones de los y las activistas para que sea un recurso al servicio del movimiento noviolento en Siria. Fue hecho por y para los activistas noviolentos. El objetivo es proporcionar una crítica constructiva del activismo noviolento en Siria con la esperanza de que las conclusiones y recomendaciones del informe puedan fortalecer el movimiento y colocar el activismo noviolento de nuevo en el centro de la revolución siria como catalizador primario del cambio.

 

El estado actual del movimiento es fragmentario y disperso por toda una geografía desconectada, con partes implicadas que comparten terreno común y tienen agendas divergentes. Este informe busca centrar el debate definiendo los temas centrales del movimiento. Busca establecer una identidad para el activismo noviolento, el movimiento noviolento y la sociedad civil en Siria. También explora las cuestiones que ocupan las reflexiones de los activistas, como por ejemplo si la ayuda humanitaria debe considerarse parte del movimiento noviolento, cuál debería ser la postura del movimiento respecto a las operaciones militares, y si hay o no esperanza de que el movimiento resurja.

 

METODOLOGÍA

 

Durante los primeros seis meses de 2014, Dawlaty se reunió con 139 personas activistas noviolentas sirias. Los y las activistas se reunieron en Siria y en los países vecinos para hablar de los tres años de activismo noviolento en Siria desde el comienzo de la revolución. Se discutieron las lecciones aprendidas, fortalezas y debilidades del movimiento, y su papel en el futuro de Siria. Setenta y tres activistas, hombres y mujeres, participaron en grupos focales en Siria, Líbano y Turquía, y otros 66 activistas participaron a través de entrevistas individuales y cuestionarios en línea. El equipo de Dawlaty tuvo dificultades para conseguir que las mujeres participaran en el estudio, y como consecuencia de ello, más del 70% de los participantes fueron hombres. Las mujeres están insuficientemente representadas en especial en el norte de Siria, donde las convenciones sociales restringen las actividades de las mujeres, y en Turquía, donde las participantes tuvieron que viajar con el fin de asistir.

 

Después de recoger los resultados preliminares extraídos de las encuestas, Dawlaty realizó un taller en Beirut. Activistas de diferentes regiones de Siria, además de activistas desplazados que viven en Turquía y Líbano, se reunieron para interpretar los resultados y profundizar en el análisis. Dawlaty llevó a cabo entrevistas adicionales después del taller, y luego recogió y organizó los datos. El presente informe tiene como objetivo analizar e interpretar los datos e identificar los temas que merecen una investigación adicional, ya que han demostrado ser fundamentales para el éxito del movimiento noviolento en Siria.

 

La metodología utilizada en este estudio se inicia con las personas activistas y les devuelve a ellas los resultados. Se inicia muy cerca de la realidad, luego se aleja lo suficiente para el análisis y la perspectiva, y a continuación, finalmente, vuelve a los y las activistas, aportando nuevas ideas.

RESULTADOS

 

Un hallazgo importante es que, con la excepción de algunos pequeños pasos dados durante la transición de Assad padre a Assad hijo, el activismo noviolento en Siria no existía antes de la revolución. Décadas de gobierno autoritario habían logrado mantenerlo fuera de la esfera pública. Sin embargo, a pesar de la falta de historia y experiencia para orientar sus esfuerzos iniciales, los y las activistas transmitieron orgullo al expresar lo que han logrado durante los primeros días de la revolución y más allá. Aprendieron por ensayo y error en un entorno de “todo o nada”, y se beneficiaron de sus contactos con las organizaciones internacionales y medios de comunicación. Están orgullosos y orgullosas porque han vencido el monopolio del régimen en el ámbito público y se presentaron, por primera vez, como participantes activos, después de décadas de marginación a manos de una autoridad totalitaria.

 

Las entrevistas revelaron el grado en que el movimiento noviolento en Siria se instituyó a sí mismo y creció a pesar de todas las dificultades. Y, sin embargo, mientras crecía la concienciación y el apoyo silencioso al movimiento, el activismo sobre el terreno entró en declive a manos de la brutal represión del régimen, la militarización de la revolución, y la fractura geográfica de Siria. En otras palabras, aunque el movimiento surgió y creció sorprendentemente sin sociedad civil que lo apoyara, ahora es demasiado débil y desorganizado para abrir el camino a la fracturada y desorientada sociedad civil que ha contribuido a formar en los últimos años.

 

Aunque el movimiento noviolento no tiene aún la capacidad para liderar la sociedad civil emergente en Siria, después de tres años en las trincheras, los y las activistas tienen un más claro sentido del papel que deben desempeñar, las estrategias que deben aplicarse, y lo más importante, los errores que han cometido. Aunque todos los participantes en el estudio compartían un anhelo de volver a reactivar el activismo noviolento, muchos, de diferentes regiones de Siria, no se habían comunicado entre sí en los últimos tiempos. Con el diálogo fluyendo ahora por primera vez desde hace demasiado tiempo, las diferencias en las experiencias de los participantes y en sus diversos puntos de vista no tardaron en aflorar. Con el fin de entender las diferencias y similitudes entre las experiencias de activistas de diversas regiones, y para discernir cómo podrían colaborar y desarrollar una estrategia nacional, las informaciones locales sobre el movimiento noviolento se dividieron geográficamente, de acuerdo a las zonas controladas por el régimen, el Ejército Sirio Libre (FSA), el Frente islámico (SI), al-Qaeda, el Estado islámico (ISIS), y el Partido Kurdo de Unidad Democrática (KDU).

 

Los y las activistas estuvieron de acuerdo en que cada área debería tener su propia forma de activismo noviolento basada en la experiencia local, puesta en práctica con una estrategia que tenga en cuenta la constitución y el nivel de violencia concreto ejercido por las fuerzas militares locales que tienen el control. Destacaron además que aunque que los y las activistas de cada área deben operar de acuerdo con las circunstancias locales, el movimiento activista noviolento tenía una gran necesidad de una estrategia nacional unificada y unificadora. Los activistas también compartieron lecciones aprendidas localmente, tales como la importancia de la coordinación y la estrategia, la necesidad de que el activismo noviolento tenga sus propios medios de comunicación, y la necesidad de controlar las fuentes de financiación y las agendas de los financiadores.

 

Tras un intercambio de puntos de vista divergentes, todas las personas activistas se unieron en torno a la idea de que con el fin de dinamizar el movimiento noviolento en Siria, cualquier nueva estrategia no sólo debe incluir nuevas tácticas sobre el terreno en base a las lecciones colectivas aprendidas, sino también una sólida visión política para el movimiento. Elementos con un amplio apoyo que forman parte de esta visión política incluyen acercarse a la sociedad civil actual de Siria como un aliado en la lucha noviolenta, el regreso a Siria de los y las activistas desplazados, hacer los objetivos de la revolución públicos y discutibles, y potenciar la presencia de las mujeres en posiciones de liderazgo tras su marginación por la violencia armada.

 

CONCLUSIONES

 

  • El movimiento noviolento en Siria es débil, fragmentado y disperso por una geografía desconectada que representa a veces objetivos y valores sociales en conflicto. Pero el movimiento puede ser reactivado.

 

  • Reactivar el activismo noviolento es un asunto urgente. Los y las activistas son conscientes de que el final de su movimiento significa el final de la revolución misma.

 

  • La falta de pensamiento estratégico es un problema agobiante y recurrente para los y las activistas. Los y las activistas entienden la urgencia de abordar esta cuestión, pero carecen de las herramientas y la capacitación para el desarrollo de una estrategia a nivel macro por sí mismos. Una de las recomendaciones del Dawlaty es organizar talleres de capacitación sobre la elaboración de estrategias.

 

  • La militarización de la revolución ha marginado y agotado el activismo noviolento. Los y las activistas se dan cuenta de la imperiosa necesidad de revivir su movimiento pacífico.

 

  • El movimiento necesita críticamente una visión unificada de cómo hacer frente a las fuerzas armadas. La militarización es una realidad, estén o no los y las activistas están de acuerdo con ello. Esperar que el régimen caiga o que acabe la militarización antes de empezar a actuar significa no tomar ninguna acción, y el movimiento morirá.

 

  • La militarización del conflicto y una cultura patriarcal (incluyendo la propia internalización de esta cultura por las mujeres) en Siria han alejado eficazmente a las mujeres de posiciones de liderazgo e influencia en la revolución. Los y las activistas están de acuerdo por unanimidad en que se debe volver a potenciar el papel de las mujeres. Son conscientes de los obstáculos sociales a los que se enfrentarán, pero están luchando para potenciar la presencia de las mujeres en posiciones de liderazgo, especialmente en tareas donde sus capacidades y percepciones únicas como mujeres les dan ventaja sobre los hombres.

 

INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS

 

Cualquier fortaleza y relevancia del informe que tiene ahora en sus manos es el resultado de los diálogos, debates, talleres, entrevistas y cuestionarios en los que los y las activistas sirias compartieron sus experiencias con el resto. Se comunicaron, argumentaron, y evaluaron. Revisaron la historia y el estado actual de su movimiento. Algunos fueron analíticos, mientras que otros estuvieron nostálgicos y emocionales. Sin embargo por profundas o superficiales que fueran sus diferencias, todos y todas creen firmemente en el propio movimiento por encima de sus opiniones individuales.

 

Este informe, hecho por y para los y las activistas, tiene como objetivo fomentar el diálogo y proporcionar una revisión analítica y constructiva del movimiento noviolento desde el inicio de la revolución siria en marzo de 2011 hasta junio de 2014, cuando se celebró la mesa redonda final para este informe. También tiene como objetivo desarrollar nuevas estrategias que eviten los errores del pasado. Dawlaty fue pionera en una nueva metodología para este informe: por primera vez, los y las activistas que trabajan en el interior de Siria, fuera de Siria, y en las zonas controladas por todas las partes del conflicto, todos y todas se reunieron cara a cara. El objetivo final de este proceso fue convertir las discusiones, los comentarios y los análisis en práctica cotidiana, para forjar un movimiento noviolento que evolucione constantemente gracias a que los propios activistas estén constantemente debatiendo, cuestionando, y evolucionando.

 

Las esperanzas de Dawlaty están en que cualquiera que lea este informe, ya sea activista, investigador, u organización, adquirirá un mejor conocimiento de las fortalezas, debilidades y variantes locales del movimiento noviolento en Siria, y aplicará lo aprendido para fomentar y crear nueva herramientas y estrategias para fortalecer el movimiento.

 

La fuente de toda la información recopilada aquí son los propios activistas. Sus acuerdos y desacuerdos, y la gran cantidad de puntos de vista sobre todos los temas formaron un discurso profundo, amplio y rico. Este discurso es el material principal de este informe, y es una visión única sobre el estado actual de estas cuestiones en Siria. En el interior del conocimiento compartido de tres años de activismo noviolento en Siria, y entre las líneas de este informe, existe una hoja de ruta para un futuro mejor para Siria.

 

METODOLOGÍA

 

GRUPOS FOCALES

 

Los participantes tenían edades entre los 18 y 38 y tuvieron papeles destacados en el movimiento noviolento sirio.

CRITERIOS DE SELECCIÓN

 

En un intento de cubrir la mayor parte del suelo sirio en lo posible, Dawlaty seleccionó a 139 activistas de las áreas en que el movimiento noviolento está todavía activo, incluyendo a Al-Haskah (Amouda y Al-Dirbasiyyah), al-Raqqah, Alepo (al-Bab, Manbij, Kobani / Kobane, y Atarib), Homs, Daraa, Deir Ezzor, Damasco (al-Yarmouk Camp y Rif Dimashq), al-Suwaida, Hama, Latakia, Idlib (Maarat Al-Numaan, Atmeh Camp, Saraqib y Kafr Nabl), Hamah (Salamiya), Aal-Qamishly (Sere Kaniyeh / Raas Al-Ayn y Tal Abyad) y Tartus.

 

Después de montar los grupos destinatarios, Dawlaty facilitó los intercambios, la recogida de datos y el material de primera mano en las sesiones de discusión en grupo con las siguientes características:

 

  • Setenta y tres activistas participaron en las discusiones de grupo.
  • Las sesiones  celebrada en Beirut, Líbano, y en las zonas rurales de Alepo, Siria, se hicieron en pequeños grupos compuestos por de cinco a ocho activistas.
  • Un grupo de discusión en Gaziantep incluyó a 22 activistas.
  • Cada sesión se enfocó en un conjunto particular de problemas que se detallan a continuación.

 

La sesión de grupo en Gaziantep era más grande porque el viaje desde Siria era problemático, y también porque el equipo de Dawlaty no pudo quedarse en Turquía durante un período prolongado de tiempo.

 

Además, 13 activistas participaron en entrevistas individuales, y 53 participaron en una encuesta en línea. Las entrevistas individuales y la encuesta en línea fueron utilizadas como herramientas suplementarias destinadas a crear un mayor número de activistas, y para incluir a aquellos que no podían participar en persona debido a condicionantes sociales y de seguridad problemáticos.

 

EQUILIBRIO DE GÉNERO

 

Aunque Dawlaty se esforzó para conseguir el equilibrio de género, el número de mujeres participantes fue menor de lo esperado, debido principalmente a problemas de seguridad particulares, problemas de transporte y convenciones sociales, que son muy desfavorables para las mujeres. En un intento de compensar esta falta de equilibrio entre  géneros, se llevó a cabo una sesión especial de mujeres activistas en Beirut. Por lo tanto, el número de participantes femeninos y masculinos fue el mismo en Beirut. Sin embargo, sólo dos mujeres participaron en la sesión celebrada en Turquía, y no hubo mujeres participantes en las reuniones que tuvieron lugar en el norte de Alepo. El 25% de quienes participaron en las entrevistas individuales y encuestas en línea fueron mujeres.

 

PREGUNTAS CLAVES DEL DEBATE

 

  • ¿Cuál es el papel y el estado actual del movimiento noviolento en Siria?

 

  • ¿Qué errores cometieron los y las activistas noviolentas? ¿Qué victorias alcanzaron? ¿Cuáles son las lecciones aprendidas?

 

  • ¿Puede el movimiento noviolento sirio recuperar el poder y liderar la revolución? En caso afirmativo, cómo, y si no, por qué no.

 

Todas las respuestas, discusiones y debates se documentaron y luego clasificaron geográficamente (de acuerdo con las áreas en las que trabajan los y las activistas), y de acuerdo con la cronología del poder político (que facción controla una zona determinada en un momento dado). Estas distinciones permiten a Dawlaty entender mejor y documentar la evolución del activismo noviolento en Siria. Las áreas cubiertas son:

 

  • Zonas controladas por el régimen.

 

  • Aquellas bajo el control de facciones armadas; Ejército Sirio Libre (FSA), Frente Islámico (IF), el Estado Islámico (ISIS), Al-Qaeda, y el Partido Kurdo de Unión Democrática (KDU).

 

Las diferencias de poder geomilitar aclararon las diferencias de puntos de vista y experiencias entre los y las activistas. También es significativo que la mayoría de las personas que participaron en las discusiones y entrevistas individuales en Líbano habían trabajado en las áreas controladas por el régimen, y se vieron obligados a abandonar el país y continuar sus actividades en el extranjero. Los participantes en Turquía y el norte de Siria eran activistas en zonas no controladas por el régimen, y la mayoría de ellos están todavía en Siria o al menos pueden visitarla. Quienes no pueden entrar en el país expresaron las siguientes razones:

 

  • Miedo a ser detenidos por el régimen en lugares como Al-Haskah y Qamishli.

 

  • Miedo a ser detenidos por ISIS en lugares como Al-Raqqa, Manbij y al-Baab.

 

  • Miedo ser detenidos por las fuerzas kurdas en lugares como Afrin y Sere Kaniyeh / Ain al-Arab

 

  • La inestable situación de seguridad en lugares como Deir Ezzor

 

Téngase en cuenta que las preguntas claves anteriores se usaron como puntos de partida, y todas las personas participantes abordaron muchos otros temas. Todas las conversaciones con cualquier valor potencial se documentaron y se clasificaron para su uso posterior. Cuando la documentación estaba completa, se invitó a algunas de las personas asistentes a las sesiones de debate a una sesión de mesa redonda en Beirut, en la que se presentó el material primario, y se consultó a los y las activistas sobre la forma final de este informe. Esa mesa redonda era la primera ocasión desde el comienzo de la revolución en que activistas del norte, centro y sur de Siria tenían la oportunidad de conocerse e intercambiar opiniones e ideas.

 

Por último, una persona investigadora realizó consultas con activistas y miembros de la Fundación Dawlaty, y posteriormente organizó todos los datos en la forma que tienen ahora. Por lo tanto, se puede decir que este documento final es el resultado de la colaboración entre tres partes: la persona investigadora, Dawlaty, y los y las activistas.

 

El informe se centra en los problemas abordados con mayor frecuencia por los y las activistas:

 

  • ¿Cómo afecta la brutalidad del régimen al movimiento?

 

  • ¿Cómo le afecta la militarización del movimiento?

 

  • Si la distribución de ayuda humanitaria es o no un acción noviolenta revolucionaria.

 

  • El movimiento estudiantil en los colegios.

 

  • El activismo dentro y fuera de Siria

 

PROBLEMAS ENCONTRADOS EN LAS ENTREVISTAS Y TALLERES

 

Baja participación femenina:

 

  • Debido al ambiente social conservador a nivel local, las activistas no pudieron asistir a las sesiones de debate en el norte de Alepo. En Turquía, debido a problemas de transporte y convenciones sociales que desaconsejan que las mujeres viajen sin los miembros masculinos de la familia, las sesiones tuvieron sólo dos mujeres de un total de 22 participantes. Estos problemas inspiraron a Dawlaty a dedicar una sección de este informe exclusivamente a mujeres activistas noviolentas.

 

Rechazo a las críticas:

 

  • Muchas de las personas participantes nunca había mirado hacia atrás para analizar su propio trabajo o el trabajo de otras personas. Alguna gente se vio sorprendida, confundida o no articuló sus ideas de forma organizada. Aunque esto no fue un problema insuperable, reveló la falta de autocrítica en la historia del movimiento.

 

Contenido cargado emocionalmente:

 

  • La revisión que tuvo lugar durante las sesiones revitalizó  a las personas participantes y demostró que había razones para el entusiasmo, pero al recordar el pasado, muchos activistas revivieron recuerdos de amigos asesinados o detenidos, lo que condujo algunas conversaciones a un territorio principalmente emocional.

 

Actitudes críticas y estrés:

 

  • Las sesiones de debate revelaron que los y las activistas no habían estado en comunicación entre sí, y que cada grupo estaba trabajando en una burbuja aislada. Esto fue particularmente evidente en la mesa redonda celebrada en Beirut el 29 de junio de 2014, en la que afloraron diferencias profundas en convicciones e ideas y algunos activistas juzgaron a otros antes de intentar entender sus circunstancias particulares. Las sesiones de grupo revelaron que sabían poco sobre las circunstancias en que habían estado trabajando otros activistas. Los y las activistas que trabajan desde fuera del país también criticaron a los que están dentro, sobre todo a quienes trabajan en zonas controladas por el régimen. Un resultado claro del estudio fue que conversaciones como las llevadas a cabo deben seguir realizándose para que los diferentes grupos de entiendan mejor las condiciones de cada uno, y aprenden más de las experiencias de los otros.

 

La ausencia de la persona investigadora en las sesiones de debate:

 

  • La persona investigadora que redactó el informe fue contratada después de completadas las sesiones de debate. A pesar de que tuvo acceso a todos los datos documentados, habría sido más eficaz si hubiera asistido al menos a algunas de las sesiones de debate. Por ello, y con el fin de compensar esto, se comunicó frecuentemente con activistas y afiliados a Dawlaty que habían supervisado los debates.

 

EQUIPO DE INVESTIGACIÓN

 

Fundación Dawlaty:

Dawlaty es una organización sin fines de lucro fundada en 2012. Se centra en el desarrollo y fortalecimiento de la sociedad civil en Siria con el fin de facilitar la transición democrática. Su objetivo es reforzar conceptos como activismo noviolento, justicia transicional y ciudadanía. Dawlaty trabaja con jóvenes y actores de la sociedad civil de todos los orígenes ideológicos, sociales y económicos, siempre y cuando se comprometan con el activismo noviolento. Dawlaty se asocia con organizaciones, como la Fundación Heinrich Böll, que comparten estos valores. Por razones de seguridad, se han mantenido ocultos los nombres de las personas afiliadas y empleadas de Dawlaty que redactaron este informe.

 

Mohammad Dibo:

 

Mohammad es investigador, escritor y poeta. Publica ampliamente en periódicos y revistas de lengua árabe, y también es editor jefe de Syria Untold. Syria Untold se especializa en la clasificación y documentación del activismo noviolento en Siria.

 


 

EL ACTIVISMO NOVIOLENTO SEGÚN LOS Y LAS ACTIVISTAS SIRIAS

 

Se han dado muchos nombres a las prácticas noviolentas que buscan reclamar derechos o desafiar a las autoridades autoritarias o coloniales. Algunos de estos nombres son “desobediencia civil”, “resistencia civil”, y “activismo noviolento”. Estos marcos contienen un amplio rango de actividades y herramientas de protesta utilizadas por grupos, gente común, y activistas. Desde Mahatma Gandhi en la India, a Desmond Tutu y Steve Biko en Suráfrica, y desde el Movimiento por los Derechos Civiles liderado por Martin Luther King, Jr., a las revoluciones de colores –Rosa en Georgia, Purpura en Checoslovaquia y Serbia, y Naranja en Ucrania– la historia proporciona ejemplos ricos de activismo noviolento. La Primavera Árabe en Túnez, Egipto, Yemen, Bahréin, Libia y Siria también pertenece a esta tradición, a pesar del hecho de que algunos grupos se desviaron hacia la militarización tras el activismo inicial noviolento que inspiró las revoluciones. El hilo conductor en estos eventos históricos es el uso de métodos noviolentos en la búsqueda de cambios sociales y políticos. En Siria, el nombre que usan estos activistas es “movimiento civil noviolento”, que emerge como término de la particularidad del propio movimiento sirio.

 

DEFINICIÓN DEL MOVIMIENTO CIVIL NOVIOLENTO

 

Es un conjunto de prácticas empleadas por activistas como medio para reclamar sus derechos. El término “civil” se refiere a la ciudad, sociedad civil y a la ciudadanía en oposición a la tribu, la confesión religiosa, y a las sociedades comunales primitivas. Esto significa que para que un movimiento civil noviolento haga honor a su nombre, debe emplear métodos noviolentos de lucha para conseguir el objetivo de hacer realidad un sistema político construido sobre una definición integral de ciudadanía, incluyendo la libertad, la democracia, y la sociedad civil. En consecuencia, cualquier acción noviolenta que trabaje por el objetivo anteriormente mencionado puede formar parte de un movimiento civil noviolento, tanto si su objetivo final es un estado civil democrático, o si persigue un objetivo intermedio en esa dirección, como defender los derechos de los trabajadores, las mujeres, o la libertad de expresión.

 

¿Pero son todas las acciones noviolentas que avanzan hacia la construcción de una sociedad civil realmente parte del movimiento civil noviolento?

 

Los trabajadores humanitarios en Siria, por ejemplo, contribuyen en última instancia a construir una sociedad civil. ¿Pero deberíamos incluir su labor dentro del movimiento civil noviolento? ¿O debería ese término quedar limitado a las prácticas que tienen un objetivo implícito o explícito de cambio social o un objetivo político, como por ejemplo las protestas, los grafitis, o la demolición de los símbolos del régimen?

 

Ésta era una cuestión crucial con la que los activistas participantes estaban en desacuerdo, especialmente la cuestión de si el trabajo humanitario es un componente del movimiento noviolento.

 

Los activistas que no creen que el trabajo humanitario sea una parte del movimiento, lo ven como una respuesta temporal a una situación particular creada por el régimen. El movimiento, por otro lado, es el medio para un objetivo último, que es derrocar el régimen y construir un estado civil y democrático en Siria. Además, creen que el amplio número de activistas que han pasado al trabajo de ayuda humanitaria ha debilitado el movimiento.

 

Otros creen que el trabajo humanitario es parte fundamental del movimiento y un componente básico de la revolución. Recordaron a los otros activistas que los trabajadores humanitarios son víctimas de la violencia a manos del régimen de la misma manera que lo son los activistas revolucionarios. Creen que el empoderamiento de mujeres y niños desplazados es parte fundamental del trabajo revolucionario porque son esos mismos niños y mujeres los que volverán un día y ayudarán a poner en marcha una nueva Siria democrática y civil.

 

No obstante, la extensión de la definición de movimiento noviolento para cubrir otras actividades civiles puede ser problemática. Muchos grupos trabajan para construir un estado civil en Siria, pero no han participado en la lucha diaria noviolenta. Algunos tienen demandas que son significativamente menores que las de la mayoría de los activistas, por ejemplo, reclamando la satisfacción de las necesidades básicas de las personas en lugar de la caída del tirano. Otro tema que complica aún más el problema es el hecho de que otras instituciones civiles estén realmente cerca del régimen o tengan una posición neutral respecto a su tiranía. Un activista sirio dijo: «hay muchos grupos dentro de Siria que trabajan para empoderar y desarrollar la capacidad de las mujeres y los niños y niñas, y estos grupos son apoyados por el régimen. Hacen un buen trabajo con la máxima neutralidad.” Otro activista argumentó que “esos grupos carecen de objetivos y planificación, lo que hace muy difícil tratar con ellos. La palabra neutralidad fue en realidad creada por la comunidad internacional y algunos activistas para servir a determinadas agendas. Todo ser humano tiene opiniones. ¿Es posible trabajar con un grupo neutral respecto al asesinato de seres humanos inocentes?»

 

Las anteriores perspectivas nos conducen hacia dos definiciones divergentes de movimiento noviolento. Una es general y expansiva en su definición de activismo, mientras que la otra limita su definición de activismo a aquellos actos que contribuyen a superar y  derrocar la tiranía. La primera se centra en el objetivo último de construir un sistema político civil a través de actividades (protestas, pintadas en muros, trabajo humanitario, medios de comunicación, educación…) llevadas a cabo tanto por activistas noviolentos como por organizaciones de la sociedad civil que trabajan por un estado democrático y por una ciudadanía empoderada.

 

El segundo movimiento noviolento consiste en actividades sobre el terreno que buscan resistir y finalmente derrocar la tiranía como paso  fundamental y necesario en el camino hacia un Estado civil. Esta perspectiva no ve el trabajo humanitario, los medios de comunicación, el apoyo psicológico, o la educación como parte del movimiento.

 

Todos están de acuerdo en el objetivo último pero siguen en desacuerdo sobre los instrumentos empleados para alcanzarlo.

 

Para los propósitos de este informe, el término Movimiento Civil Noviolento significa:

 

Todas las actividades llevadas a cabo tanto por activistas noviolentos y organizaciones de la sociedad civil que, con el objeto de alcanzar un Estado civil democrático, aspiran a derrocar la tiranía.

 

EL MOVIMIENTO NOVIOLENTO BAJO ASSAD HIJO (2000-2011)

 

La iniciativa «Comités para el Resurgimiento de la Sociedad Civil», puesta en marcha en 2000, fue un punto de inflexión en la historia moderna de Siria y el comienzo de un breve período conocido como «la Primavera de Damasco», que devolvió las ideas de sociedad civil y activismo noviolento a la esfera pública después de años de marginación y represión. La iniciativa tuvo lugar justo después de la muerte de Assad padre, cuando un grupo de intelectuales, activistas y opositores publicó dos declaraciones. La primera, conocida como «Declaración de los Intelectuales», fue firmada por 99 intelectuales sirios, y la segunda fue denominada «Declaración de los 1000». El mero hecho de que estas declaraciones fueran publicadas fue un punto de referencia enormemente significativo porque casi ningún grupo  se había atrevido a expresar públicamente la disidencia desde que el régimen aumentó su control tras su sangrienta victoria sobre los Hermanos Musulmanes en los años ochenta.

 

El movimiento civil noviolento ganó impulso a través de una serie de actividades, declaraciones y foros intelectuales que tuvieron lugar en Damasco, Tartus, al-Qamishli y Amouda. Tuvieron lugar muchas sentadas frente al Palacio de Justicia de la plaza Arnus, y frente al Tribunal Supremo de Seguridad del Estado, exigiendo una serie de cambios y libertades: liberación de los presos políticos, traspaso pacífico del poder, activación del papel de la judicatura y abolición de la ley de estado de emergencia y del Tribunal Supremo de Seguridad del Estado.

 

Estos primeros pasos hacia el empoderamiento de una sociedad civil supusieron una amenaza para el régimen y pronto muchos de los líderes del movimiento fueron detenidos. Todos los foros públicos que expresaban disenso fueron cerrados excepto uno conocido como Foro Attasi, que de alguna forma logró mantenerse abierto hasta 2005. Para entonces, estaba claro que las libertades que la gente había alcanzado durante este periodo, eran toleradas temporal y transitoriamente mientras las autoridades sirias traspasaban el poder. Mientras el poder era traspasado a Assad hijo, el instruido optometrista se convirtió rápidamente en un dictador siguiendo la estela de su padre. Las conocidísimas políticas de represión se pusieron en marcha una vez más.

 

Esta breve experiencia ayudó a la sociedad civil a darse cuenta de que tenía poder, y también recordó a las autoridades sirias que ese poder debía ser contenido y que debía evitarse que  se desarrollara independientemente. Una forma de contención aplicada por el régimen consistió en permitir operar a una selección de instituciones civiles domesticadas. Muchas instituciones y organizaciones preocupadas por el medio ambiente, la infancia, las mujeres y las condiciones sociales, fueron autorizadas, controladas o incluso abiertamente patrocinadas por el régimen, como sucedió con muchas instituciones y organizaciones que gozaban del patrocinio de la primera dama siria, Asmaa al-Assad.

 

Por otro lado, algunos activistas y opositores aprovecharon este estrecho nuevo espacio de libertad para continuar con su trabajo. Se fundaron muchas organizaciones de derechos humanos y continuaron funcionando sin ningún permiso (aunque las autoridades no les dieron permisos, tampoco las cerraron). Permitirles trabajar sin permiso fue otra estrategia de contención empleada por el régimen. Los activistas estaban constantemente bajo amenaza de detención, y cuando el régimen consideraba que hacía falta lanzar una advertencia, eran detenidos por las autoridades, como en 2009, cuando arrestaron al abogado, Muhannad al-Hussaini, de la organización de derechos humanos Sawasiya.

 

Los estudiantes de Daraiyya y de la Universidad de Alepo en 2003 demostraron de forma convincente que la sociedad siria en conjunto estaba esforzándose por expresar sus necesidades y demandas, y que estaba en un estado de metamorfosis. Los estudiantes protestaron contra las políticas de la universidad y otros se movilizaron para fortalecer los movimientos estudiantes y civiles, lejos de los ojos de las autoridades sirias. En Daraiyya, en 2003, un grupo de activistas limpió las calles de la ciudad y repartió folletos para concienciar y alertar a la gente ante la corrupción desenfrenada perpetrada por los empleados del Estado. El régimen no iba a permitir ningún atisbo de sociedad civil independiente y desarrollada, por lo que rápidamente aplastó el movimiento y detuvo a su líder.

 

Pero las sentadas, declaraciones y demandas de libertad continuaron, y éstas coincidieron con la difusión de una cultura de activismo noviolento y de las asociaciones que abogaban por la sociedad civil. La casa editorial Maaber, por ejemplo, fundada en 2000, tradujo y publicó muchos libros sobre movimientos noviolentos, como por ejemplo, “Nonviolence in Education” y “The Dictionary of Nonviolence”, ambos de Jean-Marie Muller.

 

Entre el 2000 y el 2011 estallaron en dos ocasiones protestas violentas y un activismo noviolento sostenido. La primera fue la revuelta de al-Suwaida en  el 2000, que ocurrió pocos meses después de que Bashar al-Assad llegara al poder, y la segunda fue la rebelión de los kurdos en 2004.

 

Incluso hoy en día, los activistas siguen sin ponerse de acuerdo sobre lo que sucedió en al-Suwaida. Aún discuten sobre si fue una revuelta, activismo o un estallido aislado, y sobre si realmente hubo protestas contra el régimen, o si fue en realidad un conflicto entre los residentes de la ciudad y los beduinos que habitaban las áreas circundantes. Dejando a un lado las interpretaciones individuales, lo que comenzó como un problema local se convirtió en un conflicto entre los habitantes de la ciudad y las fuerzas de seguridad del régimen. Las protestas se centraron en el edificio de gobernación del régimen y el cuartel general de la policía. Según un activista de la zona, 23 personas murieron y 400 resultaron heridas, en su mayoría a manos de las fuerzas de seguridad del régimen. Cientos de estudiantes de la Universidad de Damasco organizaron una manifestación y una sentada, exigiendo que cesara inmediatamente la violencia contra las personas en Al-Suwaida.

 

La revuelta de los kurdos en 2004 comenzó como un conflicto entre árabes y kurdos. El conflicto reveló tanto las tensiones sociales entre árabes y kurdos, como la tensión política entre los kurdos y el régimen. El ejército sirio respondió con brutal violencia, y muchos baasistas y hombres miembros de tribus fueron armados y enviados a sofocar las protestas kurdas.

 

Aunque cada uno de los estallidos incluyó fuertes elementos de activismo noviolento, también fueron violentos de una manera u otra. En Al-Suwaida, la gente asaltó edificios del gobierno y la sede de la policía (aunque estas acciones fueron complementadas con protestas noviolentas en Damasco). Durante la revuelta kurda, tiendas, coches y centrales eléctricas fueron destruidos y los edificios gubernamentales tanto árabes (del régimen) como kurdos, fueron asaltados.

 

Es importante entender que las acciones (e inacciones) del régimen desempeñaron un papel importante en el estallido de la violencia social porque el régimen no proporcionó a sus ciudadanos ningún foro para expresar frustraciones con el gobierno, y mucho menos recursos para estudiar sus quejas. Estos dos escenarios representaron las únicas experiencias recientes en manifestaciones noviolentas de la sociedad siria, y ambas se tornaron violentas. El movimiento noviolento de Siria tenía poca o ninguna historia, ningún precedente y ningún líder experimentado.

 

Así, cuando comenzó la revolución siria en 2011, fue básicamente un fenómeno inédito. Los activistas inventaron métodos de protesta desde cero, basándose en su propia experiencia. El único punto de referencia fue la primavera de Damasco, que abogó por conceptos como sociedad civil, transferencia pacífica del poder, cambio social, democracia y derechos y deberes de la ciudadanía. Pero la Primavera de Damasco era puramente conceptual: no proporcionó una guía práctica sobre qué hacer en la calle y sobre el terreno.

 

En esta coyuntura, vale la pena destacar algunas piezas de la historia siria reciente que podrían explicar parcialmente el declive del activismo civil y el aumento de la militarización, especialmente en los años ochenta. Este contexto histórico también podría arrojar luz sobre por qué la revolución se manifestó en 2011, y no en 2000 o 1980.

 

Después del golpe de Estado encabezado por Husni al-Zaim en 1949, la atmósfera ideológica y política de Siria comenzó a cambiar. El brillo de los partidos nacionales y personalidades que habían luchado para obtener la independencia del país de Francia, empezó a menguar. Los partidos radicales e ideológicos lucharon para auparse al poder político por la fuerza. Entró en declive una perspectiva liberal de la vida siria, y las visiones socialistas radicales, izquierdistas, islámicas y panarabistas tomaron el relevo. En este contexto, era de esperar que los militares se harían con el poder político en nombre de la «revolución». Posteriormente, el ejército se apresuró a catalogar el activismo civil como enemigo de la revolución y herramienta burguesa. La revuelta armada liderada por los Hermanos Musulmanes en la década de  los 80 fue el producto natural de un período en el que el poder político se construyó mediante la fuerza. Las revueltas de al-Suwaida y de los kurdos fueron muy diferentes: los activistas nunca quisieron armarse, incluso ante la extrema brutalidad armada que les dirigía el régimen.

 

El régimen sirio aborda sistemáticamente con violencia brutal los desafíos a su autoridad. Y, de hecho, el régimen prefiere una oposición armada y militarizada porque siente que le da carta blanca para emplear toda la fuerza que quiera bajo el pretexto de combatir el «terrorismo». Esto sucedió en los años ochenta y está sucediendo en la actual revolución, la cual fue empujada hacia la militarización por la brutalidad del régimen, así como por la intervención extranjera y la participación de grupos armados con diversos intereses y objetivos.

 

El movimiento civil noviolento entre 2000 y 2011 fue elitista en el sentido de que no estaba arraigado en la cultura popular siria. Sin embargo, consiguió sembrar algunas semillas.

 

LA  REVOLUCIÓN NOVIOLENTA SE ENCIENDE

 

El pueblo sirio era plenamente consciente de la necesidad urgente de reformar su país. Las detenciones políticas debían terminarse, la ley de emergencia debía ser abolida, el artículo octavo de la constitución que declaraba que el Baaz era el partido gobernante, también debía ser eliminado. Sin embargo, exceptuando algunas sentadas y declaraciones simbólicas, esta conciencia nunca se tradujo en un movimiento real de protestas hasta que empezó la revolución.

 

Cuatro fuerzas tuvieron que converger para que la revolución se estableciera en Siria:

 

1-    Externo: La Primavera Árabe

2-    Civil: activistas e intelectuales en búsqueda de una oportunidad para hacer avanzar el cambio social.

3-    Exasperación colectiva: décadas de opresión constante.

4-    Una chispa: La brutalidad del régimen en Daraa, Homs, Duma y Banyas fue un punto de ruptura para la población, y la sacó a las calles.

 

Estas cuatro fuerzas confluyeron entre el 15 y el 18 de marzo de 2011, y las llamas de la revolución prendieron.

 

Cuando la chispa de la Primavera Árabe estalló en Túnez, y después se desplazó a Yemen, los activistas de la sociedad civil siria se movilizaron. En un cuidadoso estudio sobre los primeros tres meses de la revolución, vemos que los primeros activistas pertenecían a un estrato en particular: opositores, presos políticos, intelectuales, celebridades y estudiantes universitarios con un largo historial de activismo. Convocaron protestas en apoyo a las revoluciones árabes frente a las embajadas, como la que tuvo lugar frente a la embajada de Libia, donde portaban un cartel que decía: “El que mata a su pueblo es un traidor”, en referencia obvia al régimen sirio. Los activistas organizaron la manifestación del 15 de marzo en al-Hamidiyya, y una sentada por las familias de los presos delante del Ministerio del Interior el 16 de marzo. En Daraa, intelectuales, estudiantes universitarios y activistas de la sociedad civil siria lideraron las protestas, y en Deir Ezzor, los intelectuales también desempeñaron un rol primordial en la movilización de la ciudad. Un activista dijo, “al principio, nuestras manifestaciones eran lideradas por una elite de intelectuales políticos.  Al menos aquellas primeras protestas estuvieron organizadas increíblemente bien”.

 

En un esfuerzo por extender y consolidar las protestas, estos activistas buscaron formas de comunicarse con las comunidades locales que ya habían sido soliviantadas por la violencia del régimen. Se crearon muchas páginas en Facebook, como La Revolución Siria Contra Bashar al-Assad, La Coalición del 15 de Marzo para el Apoyo de la Revolución Siria y el Movimiento 17 de abril por el Cambio Democrático. Se crearon muchos medios de difusión de interne, como Sham y Ugarit. En la calle, las pequeñas manifestaciones se hicieron más grandes, y cuanto más violentas se volvían las fuerzas de seguridad del régimen, más crecían las manifestaciones. Las protestas espontáneas se extendieron a Homs, Banyas, Daraa y las zonas rurales de Damasco. El primer intento organizado de llegar a la Plaza al-Abbasiyyin, en el corazón de Damasco, fue el 22 de abril de 2011. A partir de ese momento, comenzaron a formarse grupos consagrados a la revolución. Al principio, tomaron la forma de grupos locales de coordinación, pero algunos de ellos rápidamente se fusionaron para formar organizaciones más grandes, como los Comités Locales de Coordinación en Siria, la Comisión General para la Revolución Siria y la Unión de Coordinadoras de la Revolución Siria.

 

Los pioneros revolucionarios, que aprendieron y desarrollaron sus herramientas bajo la tutela de la propia revolución, innovaron formas de protesta efectivas y hermosas, desde pequeñas manifestaciones tipo ‘actúa y corre’ hasta sonoras protestas que reunían a miles de personas. Sus grafitis y carteles se enfrentaban a los intentos del régimen de catalogar a la revolución como islamista y extremista. Por ejemplo, en un cartel se podía leer: «si respetas mis derechos, tú eres mi hermano, tanto si crees en Dios como en una estatua de piedra«. Tintaron de rojo las fuentes públicas, instalaron altavoces en calles y oficinas gubernamentales, y pusieron canciones revolucionarias, ofreciendo a veces agua y rosas a los soldados. El rápido aumento del atractivo y la popularidad de la revolución amenazaró al régimen sirio, que entonces intensificó la violencia. Esta violencia fue ejercida con dos objetivos: o bien suprimir el levantamiento, o bien empujarlo hacia la militarización. Esto último justificaría la violencia del régimen a los ojos de la comunidad internacional. Muchos sirios, y especialmente la primera generación de activistas, eran conscientes de la estrategia del régimen. Resistiendo por todos los medios, muchos pagaron un precio muy alto. Algunos, como Ghiyath Matar, fueron asesinados. Otros, como Yahya al-Sherbaji y Hussain Gherer, fueron detenidos; Otros, como Marwa al-Ghamyan y Rima Fleihan, huyeron del país.

 

El período noviolento de la revolución siria no estuvo completamente exento de violencia, como algunos afirman. Si bien muchos activistas desde el principio negaron la presencia de violencia, ahora consideran esa negación como uno de los errores más cruciales que deben ser evaluados.

 

El régimen perdió credibilidad rápidamente cuando, para ganar tiempo y suprimir la revolución, mintió, dando promesas falsas y engañosas. Muchos de los que querían dar al régimen una oportunidad vieron que estaba mintiendo y se dieron cuenta de que Assad era incapaz o no estaba dispuesto a implementar ninguna reforma.

 

La intensa matanza, encarcelamiento y desplazamiento de los líderes de la revolución creó un vacío que a menudo era llenado por nuevos líderes que eran menos elitistas y más cercanos a la gente. Aunque esto tenía ventajas, estos nuevos líderes estaban menos familiarizados con los principios de la lucha noviolenta. El fenómeno de la llegada de líderes inexpertos continuó hasta que la revolución se volvió vulnerable, y comenzó a escuchar voces que pedían la militarización en respuesta a la brutalidad del régimen. En otras palabras, al principio de la revolución, había algunos grandes activistas noviolentos que dirigían el movimiento, pero no había una sociedad civil capaz de producir nuevos líderes después de que la primera generación fuera asesinada, encarcelada y desplazada. Este vacío abrió la puerta a la militarización, que en última instancia erosionó la poderosa base social que daba apoyo al movimiento noviolento. Cabe destacar que a pesar de la militarización de la revolución, muchos todavía practican el activismo noviolento y están sobre el terreno todos los días.

 

Sin embargo, hubo varios factores que condujeron a la formación de grietas dentro del movimiento noviolento, lo que abrió la puerta a la militarización y aumentó la desconfianza hacia el movimiento por parte de la sociedad siria. Éstas incluyen:

 

1. La estrategia del régimen: intensificar la violencia y facilitar el acceso a las armas:

 

Desde el primer momento, la violencia excesiva del régimen tenía como objetivo neutralizar la revolución o empujarla hacia la militarización. El régimen facilitó el acceso de la gente a las armas; hizo la vista gorda al contrabando de armas al interior del país y a veces abandonó armas en zonas abiertas donde se realizaban manifestaciones. Atrapados en el centro de un brutal ciclo de violencia, algunos activistas al final se armaron, sin darse cuenta de que estaban ayudando al régimen a lograr sus objetivos.

 

2. La falta de capacitación de los activistas en activismo civil noviolento:

 

Aprendieron a planificar, organizar y a poner en práctica durante la propia revolución. Aunque inspirados por las experiencias en Egipto y Túnez, la mayoría de sus métodos y herramientas emergieron espontáneamente de sus propias luchas diarias. A pesar de toda su creatividad, carecían de la experiencia que les habría ayudado a tomar las medidas necesarias para enfrentarse con eficacia y seguridad a un régimen resuelto y cruel. Durante los tres primeros meses de la revolución, la mayoría de los activistas noviolentos fueron detenidos, huyeron de la persecución del régimen o abandonaron el país. En las sesiones del encuentro de Dawlaty, muchos activistas expresaron la opinión de que esta inexperiencia, combinada con la falta de liderazgo, fue el talón de Aquiles de la revolución.

 

3. La primavera árabe en Túnez y Egipto: inspiración y desorientación para los sirios:

 

Los activistas dieron por sentado que el régimen sirio caería rápidamente, como el de Mubarak en Egipto y el de Ben Ali en Túnez. No contemplaron estrategias revolucionarias a largo plazo, y cuando pasaron los meses y el régimen sirio seguía intacto, muchos activistas se desesperaron. Además, los activistas con frecuencia siguieron los pasos de otras revoluciones sin tener conciencia de las particularidades geopolíticas y regionales únicas que condicionaron cada revolución. Esperando resultados similares a Egipto y Túnez, sin un liderazgo experimentado, los activistas sirios no se dieron cuenta de que el cambio sería un proceso largo y complejo, y que perder algunas batallas no significaba perder la guerra. Todos sus esfuerzos estaban animados por la idea de que el régimen sirio caería con total seguridad, y no desarrollaron una estrategia alternativa. Cuando el régimen demostró que no iba a irse a ningún sitio en un futuro cercano, surgieron los problemas de huida, retirada y recurso a la militarización. La revolución libia, con su intervención internacional, se convirtió en un modelo atractivo para algunos. Cabe señalar que la noviolencia como camino revolucionario en Siria no surgió como producto de una profunda conciencia o investigación, sino más bien de lo que cosecharon de las revoluciones tunecina y egipcia.

 

4. Activistas sirios: baja tolerancia ante las críticas:

 

La revolución estaba impregnada de una sensación de estar por encima de todo reproche. Muchos activistas se negaban a reconocer cualquier presencia de armas, consignas religiosas o sectarias, tiroteos defensivos contra la seguridad y oficiales del ejército, o vandalismo (como cuando se quemó la puerta del Palacio de Justicia o se rompió el cristal del hospital nacional en Daraa). La negativa de los activistas a aceptar críticas y sus intentos de ocultar los errores, amplió el abismo entre la oposición y los partidarios del régimen, y creó tensiones dentro del propio movimiento.

 

5. La ausencia de sociedad civil y sus instituciones:

 

En última instancia, la falta de recursos comunitarios e infraestructura de la sociedad civil para apoyar al movimiento noviolento, lo hizo vulnerable.

 

FORTALEZAS DEL MOVIMIENTO CIVIL NOVIOLENTO

 

El movimiento noviolento en general, y el período noviolento de la revolución siria en particular, ocupan un lugar destacado en los corazones y las mentes de los activistas sirios. Recuerdan con nostalgia ese período durante las sesiones de discusión y las entrevistas individuales. Estos recuerdos comprenden el comienzo de la revolución y los primeros pasos hacia la libertad soñada. Fue el período en el que finalmente superaron el miedo, experimentaron nuevos horizontes e hicieron oír sus voces. Ellos ven el movimiento noviolento, que ahora están luchando por mantener vivo, como su embajador en el mundo.

 

A continuación, se presentan algunas de las fortalezas de este movimiento desde la perspectiva de sus activistas:

 

EL ASCENSO DEL NACIONALISMO SIRIO POR ENCIMA DE LAS LEALTADES COMUNALES, SECTARIAS Y DE CLASE

 

Los sirios sintieron por primera vez que todo el mundo estaba en el mismo barco, luchando contra un tirano. El castismo, el sectarismo, el regionalismo y el unilateralismo declinaron y en su lugar se levantó la cultura de la diversidad, el nacionalismo y la afiliación colectiva. Como dijo un activista, «lo más importante del movimiento noviolento fue que cada uno de nosotros sintió que volvió a ser sirio. Nos sentimos como en casa en cada ciudad donde celebrábamos manifestaciones. Nunca nos sentimos como extraños. Nuestras lealtades estaban unificadas, y todos pertenecíamos a una sola familia: la Revolución Siria«.

 

Otro dijo: «nos dimos cuenta de cuánto nos amábamos mutuamente. Contrariamente a los rumores y más fuertes que los intentos del régimen por atizar la lucha sectaria, todo el mundo nos unificamos alrededor de una cosa. Nuestras manifestaciones reunieron a personas de diferentes ciudades, religiones, sectas y etnias. Cada semana, los sirios votaban el título de la manifestación del viernes (algunos títulos incluían ‘El viernes de la dignidad’, ‘El viernes de las mujeres libres’, ‘Hama, perdónanos’ y ‘En recuerdo del levantamiento kurdo’). El movimiento noviolento dio un nuevo espíritu a los sirios”. Otro más: «Nosotros y nosotras, de todas las ciudades sirias, sentimos el mismo dolor. La juventud aprendió mucho y tuvo grandes responsabilidades. Las diferencias desaparecieron. No había diferencia entre un médico y un trabajador de la construcción. Todo el mundo éramos revolucionarios”.

 

LOS SIRIOS APRENDIENDO DE SUS DIFERENCIAS Y CELEBRANDO SU DIVERSIDAD

 

Los sirios y las sirias se acercaron a su diversidad con apertura de mente y comprensión. Un nuevo nacionalismo sirio unió y contuvo las diferencias. «Todos éramos espontáneos. Estábamos cómodos con nosotros mismos por primera vez. El que solía sentirse avergonzado por su acento, se sintió cómodo y orgulloso de él. Los sirios finalmente abrazaron a todos los sirios. No habíamos sabido nada el uno del otro. No teníamos ni idea de dónde estaba Dael o al-Khaldiyya. Redescubrimos nuestro propio país. Lo que vivimos, cambió nuestras vidas. A pesar del alto precio que hemos pagado, a pesar de los amigos que hemos perdido y perderemos, nunca lo lamentaremos«, dijo un activista orgulloso.

 

UNA CONFIANZA RECUPERADA, UN ESPACIO PÚBLICO RECUPERADO

 

Durante muchas décadas, el régimen sirio reforzó una cultura de sumisión y aislamiento del espacio público. Durante la revolución, los sirios se redescubrieron después de haber perdido la creencia en su creatividad. Los jóvenes se dieron cuenta de que eran capaces de emprender acciones creativas sociales, civiles y políticas y que podían cooperar bajo un solo paraguas. «Cuando nos reunimos en manifestaciones, no éramos un colectivo de individuos. Éramos uno”. Otro declaró: «El movimiento demostró que éramos capaces de planear y organizar. Nos dio confianza. Propusimos ideas creativas, algunas de las cuales siguen dándose, como las publicaciones revolucionarias. Pasamos del miedo incluso de pensar, al hacer, a la acción«.

 

COMUNICACIÓN CON EL MUNDO EXTERIOR Y LA ATENCIÓN DE LOS MEDIOS INTERNACIONALES

 

Los regímenes autoritarios como el que gobierna Siria tienden a aislar a su pueblo en un esfuerzo por evitar anticipadamente el cambio, impidiendo que la gente vea otras formas de existir. Este aislamiento creó una deficiencia de conciencia global en la sociedad siria, y mantuvo ausentes de la esfera pública las cuestiones y demandas de la gente. La revolución proporcionó a los sirios, por primera vez en décadas, la oportunidad de comunicarse con el mundo exterior. «Uno de los beneficios del movimiento noviolento fue atraer la atención mundial hacia Siria y presentar al mundo a los verdaderos sirios por primera vez. Sólo el movimiento noviolento podría hacer eso”, afirmó un activista. Otro dijo: «El movimiento noviolento creó una opinión pública global favorable al pueblo sirio«. El movimiento también atrajo el interés de nuevas organizaciones internacionales y ONG, lo que abrió la puerta a que los activistas «desarrollaran nuevas habilidades en medios de comunicación, la tecnología, la organización de proyectos y el establecimiento de grupos locales«. «Nos ayudó a aprender sobre oportunidades de financiación y agencias donantes«, observó otro.

 

Desde que el régimen tomó el poder en Siria, ha trabajado diligentemente para domesticar los medios de comunicación. No sólo el régimen adaptó los medios de comunicación sirios a su ideología, también limitó la libertad de los corresponsales de prensa extranjeros, prohibiendo la circulación de periódicos extranjeros y cualquier contacto con las agencias de prensa mundiales. Finalmente, cuando estalló la revolución, se abrieron las compuertas a la libre comunicación entre activistas sirios y medios de comunicación mundiales. Un activista dijo que «incluso hoy en día, los corresponsales extranjeros siguen intentando dar al mundo acceso a la realidad en Siria e intentan cubrir las prácticas noviolentas, para combatir la historia unidimensional que se ha extendido desde la militarización de la revolución. Están tratando de mostrar al mundo que lo que está pasando en Siria es más que una guerra entre militantes extremistas y el régimen sirio«.

 

LA CREATIVIDAD DE LOS SIRIOS Y EL ROSTRO CIVIL DE SU REVOLUCION

 

Una activista dijo: «Nos demostramos a nosotros mismos y a otros que éramos capaces de crear e inventar. No teníamos ni idea de que éramos capaces de eso«. Los y las activistas aprovecharon todos los métodos posibles para expresar sus demandas de libertad y dignidad. Además de las acciones mencionadas como colorear fuentes y música a todo volumen en espacios públicos, los y las activistas inventaron constantemente nuevos métodos para contrarrestar las prácticas cada vez más represivas del régimen. Por ejemplo, utilizaron palomas para distribuir folletos y pelotas en las que se escribían frases de libertad. En una ocasión, «proyectaron una luz láser en el castillo del presidente como aviso de que iban a llegar hasta él, sin importar dónde estuviera«. Y cuando las facciones militantes tomaron el poder y empezaron a poner en práctica sus propias campañas sociales opresivas, no se salvaron tampoco de la protesta creativa del movimiento noviolento: «En una víspera de Año Nuevo, disparamos fuegos artificiales en al-Raqqa y bloqueamos calles con árboles. Ya que para el ISIS, celebrar la víspera de Año Nuevo es un signo de apostasía, queríamos enviarles un mensaje de rechazo a ellos y a sus interpretaciones de la religión«, señaló una activista de Al-Raqqa.

 

LA DEMOCRACIA NO SÓLO COMO ESLOGAN, SINO TAMBIÉN COMO PRÁCTICA

 

La democracia pasó de ser un objetivo y un lema a una práctica cotidiana. La metodología de los y las activistas en la distribución de tareas y la gestión de sus desacuerdos supuso una encarnación de la democracia. Creían que practicar la democracia era la única forma de aniquilar la cultura del autoritarismo que el régimen había creado. Un activista dijo: «Pensábamos en Siria en su conjunto cada vez que escribíamos o diseñábamos un cartel; ¿A la gente le gustará? ¿Representa a toda la gente de Siria? Planeábamos juntos y nos consultábamos sobre cada detalle”.

 

AUTOCONTROL Y RECHAZO A USAR LA VIOLENCIA COMO RESPUESTA A LA VIOLENCIA

 

Algunos activistas se dieron cuenta pronto de que el régimen estaba tratando de obligarlos a responder a su violencia con violencia, o a caer en el sectarismo. Por lo tanto, trabajaron duro para desarrollar el autocontrol y mantener el interés nacional por encima de los sentimientos personales. En muchos casos, los activistas noviolentos toleraban la violencia de quienes trabajaban o apoyaban al régimen. «A menudo nos golpeaban y amenazaban, y en muchos casos podríamos haber ganado a los matones del régimen, pero no lo hicimos. Esto, de hecho, nos hizo sentir más fuertes. Nos reíamos de la humillación que sufríamos, al igual que hicieron los profetas«. Algunos activistas usaron métodos creativos para responder a esa violencia. «Al principio de la revolución, pintamos las puertas de los matones del régimen con pintura blanca. Era un mensaje de que eran conocidos por todas las personas. No fuimos más lejos. Eso fue suficiente para asustarlos y dejaron de amenazar a la gente en público. Pero, por supuesto, el régimen trajo matones de las zonas rurales y les pagó para asustarnos y amenazarnos«, relató un activista de al-Raqqa. Al principio de la revolución, los que desertaron del ejército se unieron a los activistas noviolentos. «Ellos vinieron para pedir ayuda. Nos pidieron consejo sobre qué hacer, y siempre les dijimos que las armas estaban prohibidas y nos escuchaban«, recordó un activista.

 

SIRIOS Y SIRIAS QUE VENCEN SU MIEDO

 

Los y las activistas dicen que lo más importante de la revolución y el movimiento fue que ayudaron a los sirios a superar el temor que el régimen había inculcado en ellos. «Pasamos de estar demasiado asustados para incluso pensar, a una fase de acción«, dijo un activista. La conciencia de la corrupción, los crímenes y las violaciones del régimen, que los y las activistas trabajaron duro para despertar, finalmente comenzó a dar sus frutos y la sociedad siria empezó a participar gradualmente en las protestas. «El movimiento noviolento logró empoderar a la gente«, como dijo un activista. Destacó esto desde Zabadany: “Las protestas en Zabadany eran grandes y las fuerzas de seguridad eran extremadamente violentas, lo que llevó a un jeque a prohibir a las mujeres unirse a nosotros, ya que, según él dijo, estaba preocupado por ellas. Al día siguiente, las mujeres de Zabadany se reunieron frente a los manifestantes y comenzaron a cantar en apoyo del régimen. Su mensaje era claro: ‘Tenemos el poder de elegir, decidir y participar. Somos parte de este cambio y nadie nos puede detener. Si no nos incluyen, corren el riesgo de ponernos en contra la revolución’. Por supuesto, su acción no apoyaba realmente al régimen. Era un mensaje para la sociedad patriarcal más que cualquier otra cosa. Ésta es sólo una de las innumerables historias que destacan cómo los sirios no sólo superaron el miedo al régimen autoritario, sino que también superaron el temor a las autoridades sociales y tradicionales”.

 

LA POLÍTICA VUELVE A LA GENTE

 

Cuando en la década de 1970 los partidos políticos de Siria acordaron mantener sus actividades fuera de las universidades, escuelas y el ejército, condenaron a muerte la vida política en Siria abandonando el último espacio público que les quedaba. El levantamiento de los Hermanos Musulmanes en la década de 1980 fue un intento de tomar el control de la vida pública por la fuerza, pero sólo reforzó el control del régimen sobre el pueblo sirio. La recién descubierta libertad de pensamiento alentó al pueblo sirio a releer y reinterpretar su propia historia. Posteriormente, muchos de los eslóganes y canciones de los activistas aludían a la historia de un pueblo, como la famosa canción «Forgive Us, Hama», que aludía a la masacre del régimen en Hama en 1982, una larga historia silenciada. «Nos dimos cuenta de que nos habíamos olvidado de nuestra historia reciente. Estábamos decididos a educarnos a través de lecturas, discusiones y debates. Aprendimos, por ejemplo, sobre lo que realmente sucedió en Hama y sobre la lucha de los kurdos. Este aprendizaje fue finalmente expresado en nuestras canciones, lemas y medios de comunicación«, dijo un participante.

 

ROMPER EL MONOPOLIO DEL RÉGIMEN SOBRE LA ESFERA PÚBLICA

 

Durante décadas, el servicio de seguridad del régimen monopolizó todos los aspectos de la vida pública en la sociedad siria. Por ejemplo, en Siria, se necesitaba la aprobación del servicio de seguridad para viajar o incluso solicitar un trabajo. El movimiento noviolento supuso una amenaza para el régimen precisamente porque rompió esta herramienta autoritaria. «El movimiento le dio la vuelta a la ecuación. La iniciativa estaba ahora en manos de la gente«, recordó uno. Cuando el régimen sirio afirmaba que, como parte de su reforma, proporcionaría a las personas autorizaciones para manifestarse, los activistas ridiculizaron estas afirmaciones y continuaron protestando sin aprobación oficial. Además, muchos activistas volvieron a protestar después de que se les obligara a firmar declaraciones escritas de que no volverían a protestar.

 

FACTORES EXTERNOS QUE OBSTACULIZARON EL MOVIMIENTO NOVIOLENTO

 

Antes de destacar los desafíos a los que se enfrentan los y las activistas, la siguiente lista busca documentar los factores que estaban fuera del control de los activistas, pero que impactaron negativamente en el movimiento.

 

LA VIOLENCIA DEL RÉGIMEN

 

La violencia y los métodos represivos del régimen sin duda alguna han debilitado el movimiento noviolento. Después de las detenciones, los asesinatos y la huida de los líderes originales del movimiento, hubo menos control sobre las calles. El nuevo liderazgo que surgió no estaba bien formado en los principios del movimiento noviolento y fueron particularmente vulnerables a las demandas de armar el movimiento. El régimen también logró encender el sectarismo y demonizar el movimiento como un fenómeno salafista ultraconservador. Se aprovechó e hizo propaganda de factores como que hubo protestas que salieron de mezquitas y voces que exigían escuelas de Sharia con segregación entre los sexos.

 

LA MILITARIZACIÓN Y LA DIVISIÓN QUE CAUSÓ

 

El ejemplo libio de intervención extranjera rápida y contundente, la oposición siria en el extranjero y los intereses regionales e internacionales contribuyeron a desviar la Revolución Siria hacia la militarización. Inicialmente, muchos activistas acogieron con beneplácito la idea, creyendo que la militarización podría acelerar la desaparición del régimen. Luego, cuando el objetivo de la militarización pasó de «proteger las protestas» a «liberar el país», pasó de ser una herramienta defensiva a otra agresiva.

 

En última instancia, la militarización se convirtió en el obstáculo más destructivo en el progreso de la revolución. Los individuos armados no tenían conciencia de la sociedad civil, y nunca habían creído en el movimiento noviolento. Los combates empezaron y, con el tiempo, las batallas se convirtieron en una parte de la vida cotidiana del pueblo sirio. Las plazas que en algún momento habían sido testigos de manifestaciones pacíficas se convirtieron en campos de batalla. El régimen aprovechó la situación e hizo llover bombas y misiles en las áreas que se alinearon con la oposición. Estos sucesos crearon fisuras entre activistas y grupos armados, entre activistas y las comunidades que los apoyaban, y entre estas comunidades y los grupos armados. Las entidades armadas tampoco estaban abiertas a críticas o sugerencias de activistas de la sociedad civil. Todo lo anterior llevó al declive del movimiento noviolento, y obligó a la mayoría de los y las activistas a escapar del país o a ocuparse de tareas de ayuda humanitaria, y limitaron el activismo noviolento a episodios aislados en zonas inconexas. La militarización, combinada con un régimen que cortaba todos los medios de comunicación, fracturó aún más el movimiento noviolento hasta que se dividió en débiles micro movimientos.

 

La militarización de la revolución siria dividió a los y las activistas en tres posturas discordantes: quienes rechazaban completamente la militarización y la trataban como un fenómeno dañino que debía detenerse, quienes rechazaron el movimiento noviolento y abrazaron plenamente la militarización, y quienes aceptaron que la militarización se había convertido en una parte de la revolución y trataron de continuar construyendo el movimiento noviolento de todos modos. De las tres opciones, sólo la tercera ha podido continuar sus actividades. El primer grupo se encontró aislado y rechazado por el régimen y los grupos armados, y el segundo perdió cualquier pertenencia al movimiento civil noviolento.

 

UN MOVIMIENTO NOVIOLENTO ATRAPADO ENTRE UN RÉGIMEN BRUTAL, MILICIAS ARMADAS SEPARATISTAS E ISLAMISTAS EXTREMISTAS MILITARIZADOS

 

Como si el surgimiento de ISIS, Jabhat al-Nusra y otros grupos extremistas armados no fuera suficiente, el régimen hizo sus propios esfuerzos para islamizar la revolución (por ejemplo, liberando a los yihadistas extremistas de sus prisiones). Las facciones militantes islámicas, junto con grupos armados como el FSA y los comités populares kurdos, se combinaron para crear fuerzas poderosas que trabajaron en contra de la noviolencia como herramienta revolucionaria. «Justo después de liberar un área en particular, siempre surgía un conflicto entre los grupos militantes y los grupos de la sociedad civil. Y, obviamente, los grupos militantes, como el FSA, eran lo suficientemente poderosos como para marginarnos inmediatamente«, explica un participante.

 

El movimiento noviolento se encontró luchando no sólo contra el régimen sirio, sino también contra los grupos armados que apostaban por un estado islámico en lugar de civil. También tuvieron que luchar contra grupos armados como los comités populares kurdos, que deseaban construir una región autónoma en las zonas kurdas. Estos poderosos grupos han marginado con éxito el movimiento noviolento, que ha sido completamente neutralizado en las áreas controladas por el ISIS, aunque todavía tiene cierta influencia en áreas bajo Jabhat al-Nusra, el FSA y los comités populares kurdos.

 

LA FRACTURA DE LA OPOSICIÓN SIRIA

 

Al documentar la evolución del movimiento, queda claro que las fisuras más profundas comenzaron a aparecer cuando la oposición siria empezó a formar coaliciones políticas. Cada coalición trató de hablar en nombre de la revolución siria en su conjunto en un intento de ganar legitimidad política. Cada coalición quería que el mundo creyera que era la única que verdaderamente representaba la revolución y el movimiento noviolento.

 

Complicando la dinámica, las diferentes coaliciones políticas en realidad tenían objetivos diferentes. Si bien el Comité Nacional de Coordinación pedía «cambiar el régimen«, el Consejo Nacional de Siria pedía «derrocar al régimen, sus figuras y sus pilares«. La falta de liderazgo y visión unificados permitió que algunas coaliciones en el extranjero armaran a personas no cualificadas bajo el estandarte de derrocar al régimen por la fuerza. Muchos activistas coincidieron en que «nadie responsabilizaba a las coaliciones de la oposición por sus errores, ni supervisaba sus fuentes de financiación. Además, nunca nos comunicamos directamente con ellos, ni comprendimos lo que estaban buscando. Decidimos no reconocerlos. Pudimos haber monitoreado las vidas personales de algunos de esos individuos en Facebook, pero deberíamos haber responsabilizado a las coaliciones que formaron de los errores profesionales y políticos que perjudicaron al pueblo sirio«.

 

MEDIOS DE COMUNICACIÓN

 

Una de las críticas más profundas, a los medios, aparecidas durante las sesiones de debate, fue que después de la aparición de ISIS y otros grupos armados islamistas, los medios de comunicación marginaron el movimiento noviolento de Siria. Los grupos mediáticos a menudo difunden principalmente historias que revelan la violencia perpetrada por grupos armados, ignorando las cuestiones humanitarias, sociales y económicas del movimiento.

 

FACTORES INTERNOS QUE OBSTACULIZAN EL MOVIMIENTO NOVIOLENTO

FALTA DE EXPERIENCIA Y FALTA DE FORMACIÓN EN TÁCTICAS NOVIOLENTAS

 

Muchos participantes destacaron la falta de experiencia en el activismo noviolento, sus métodos, herramientas y tácticas. Un activista afirmó: “Nuestra falta de conocimiento de las bases filosóficas y la historia de los movimientos noviolentos nos dejó con recursos escasos para contrarrestar los argumentos a favor de la militarización de la revolución”.

 

FRAGMENTACIÓN DE LOS ESFUERZOS Y FALTA DE UNA DIRECCIÓN CENTRALIZADA

 

La aparición de los comités de coordinación fue un intento de organizar y enmarcar los esfuerzos de los activistas revolucionarios. A pesar de que los comités de coordinación lograron un éxito significativo a nivel micro, como en aldeas, pueblos y a veces incluso en ciudades, permanecieron aislados y las personas participantes no tuvieron éxito en la coordinación de los esfuerzos de todo el país. “La falta de un liderazgo unificado fue el mayor error del movimiento. Tal liderazgo habría unificado nuestros esfuerzos y habría impedido que el movimiento se fracturara“, dijo un activista. Es de destacar que, si bien la mayor parte de los comités de coordinación con el tiempo se separaron y disminuyendo su poder, algunos, por razones fuera del alcance de este informe, han progresado y evolucionado convirtiéndose en consejos locales y han jugado un papel importante en la presentación de la revolución al mundo exterior.

 

FALTA DE ESTRATEGIA GLOBAL Y A LARGO PLAZO

 

Los y las activistas creían que el régimen sirio se derrumbaría rápidamente. Nunca consideraron cómo hacer frente pacíficamente a la violencia extrema del régimen, ni tampoco consiguieron diseñar una estrategia a largo plazo que pudiera contener enfoques alternativos en caso de que derribar el régimen tardara más tiempo de lo esperado. De acuerdo con un activista, “creíamos que el régimen caería en días o semanas. Por eso no nos detuvimos mientras se agotaban rápidamente nuestros recursos económicos y humanos”.

 

El entusiasmo provocaba un descuido de las medidas de seguridad. “Al organizar una protesta, fijábamos la hora y el lugar, pero nunca hablábamos de medidas de seguridad, tales como la forma de escapar en caso de un ataque de las fuerzas del régimen”, dijo un activista. Los y las activistas noviolentos también carecían de una visión que incluyera una alternativa política al régimen. Se convirtieron en anti-políticos, sobre todo después de presenciar los decepcionantes resultados de la oposición siria en el extranjero. Un participante recuerda, “mientras que los grupos islamistas y militantes hacían planes para un período post-régimen, los y las activistas nunca llegamos tan lejos. Nuestro objetivo último era derrocar al régimen, pero nunca se consideró lo que habría que hacer después”. La falta de planificación llevó a muchas soluciones improvisadas y temporales, y también forzó a muchos activistas a escapar del país porque temían por sus vidas.

 

SILENCIO RESPECTO A LOS ERRORES Y FALTA DE CONTROLES Y EQUILIBRIOS INTERNOS

 

Los y las activistas encubrieron sus errores regularmente, lo que les impidió beneficiarse de las lecciones colectivas aprendidas, y en última instancia, les llevó a la repetición de esos errores.

 

FALTA DE UN OBJETIVO UNIFICADO

 

Si bien el objetivo original del movimiento era derrocar el régimen y lograr un estado civil, esto cambió con el paso del tiempo. Durante las manifestaciones comenzaron a aparecer carteles que pedían un estado islamista y banderas que no eran de la revolución. Los y las activistas no se pusieron de acuerdo no sólo respecto de las metas, sino también respecto de la forma de lograrlas. Si bien algunos de ellos insistieron en los métodos noviolentos, otros hicieron llamamientos a armar la revolución. “La revolución planteó objetivos generales como libertad, dignidad y estado civil, pero la gente no estaba de acuerdo en el significado de esas palabras. Mientras que libertad y dignidad significaba estado civil para algunos, esas mismas palabras significaban un estado islamista para los demás”.

 

ACTIVISTAS HUIDOS DEL PAÍS

 

Cuarenta y tres activistas que participaron en las sesiones están fuera de Siria y no pueden volver. Huyeron por diferentes razones.

Los y las activistas que huyeron, vaciaron el movimiento y dejaron que muchas comunidades hicieran frente el régimen sin la presencia de voces pidiendo prácticas noviolentas. La mayoría de los que huyeron lo hicieron por razones de seguridad y tienen demasiado miedo para volver o no están dispuestos a hacerlo porque no quieren perder los entornos seguros para vivir y trabajar que finalmente han encontrado. “El movimiento noviolento es ahora significativamente más activo en el extranjero que dentro de la propia Siria, y esto se refleja negativamente en el movimiento. Muchos militantes que huyeron por miedo, no volvieron cuando la situación mejoró. Nada de los trabajos realizados en el extranjero beneficia a los y las activistas en el interior. Lo que hemos aprendido a través de los diálogos debe ser transmitido a los y las activistas que trabajan sobre el terreno y aplicado dentro de Siria”. “Nuestro error fue que nos alejamos de quienes se quedaron dentro”, dijo un activista.

 

FALTA DE CONFIANZA EN SÍ MISMO Y DEPENDENCIA DE ENTIDADES EXTRANJERAS

 

Los y las activistas recurrieron cada vez más a la ayuda de países extranjeros y organizaciones internacionales, ya fuera para apoyo militar táctico o ayuda humanitaria. Esta dependencia limitó la creatividad y con frecuencia deteriora la búsqueda de una solución autónoma. Debido a su falta de experiencia en política, las personas participantes en el movimiento noviolento con el tiempo, sin querer, sucumbieron a las agendas extranjeras. “No nos dimos cuenta del peligro de interferencia de entidades externas. Pensamos ingenuamente que cualquier ayuda para derrocar el régimen debía ser bienvenida y aceptada“, reflexiona un participante.

 

LA DISMINUCIÓN DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DEL MOVIMIENTO

 

Muchos activistas que se propusieron intentar construir una división de medios para el movimiento, finalmente se convirtieron en “corresponsales de guerra” para los canales extranjeros. Se desviaron en gran parte de su objetivo original de exponer los crímenes del régimen y transmitir la voz del movimiento. “Las partes armadas controlaban dinero, recursos y medios de comunicación. Muchas de las páginas web que solían dar voz al movimiento noviolento se han convertido en plataformas de las facciones armadas. No es necesariamente una cuestión de lealtad, sino más bien porque la gente que trabaja en los medios de comunicación, sobre todo en las zonas controladas por las facciones armadas, a menudo son o bien marginados o bien obligados a cubrir las acciones de las facciones armadas. No obstante, esto alimenta la interpretación de que lo que está pasando en Siria es una guerra civil y no una revolución“, explica un observador activista.

 

Las ambiciones personales también tuvieron un papel en la disminución de los medios de comunicación del movimiento. Según un participante, “algunas personas están obsesionadas con salir en televisión. Han monopolizado los medios de comunicación en sus áreas y cubren lo que les gusta y no hacen caso de lo que no les gusta”. Otro dijo, “después de una horrible masacre, por ejemplo, las personas se unían en las calles para protestar. Si había una persona que llevaba un cartel sectario, los medios de comunicación se centraban en esa persona, a pesar de que se representaba solamente a sí mismo. La mayoría de la gente confía en los medios de comunicación y creen lo que ven”.

 

ISLAMIZACIÓN DE LA REVOLUCIÓN

 

Los y las activistas no esperaban que lanzar sus protestas desde mezquitas afectaría negativamente a su movimiento. “No nos dimos cuenta al principio de que no hay que empezar desde las mezquitas porque daba a la revolución un carácter islámico. No éramos lo suficientemente experimentados. Estábamos muy emocionados cuando las personas se unían a las protestas y a veces se toleraban carteles como ‘El profeta Mahoma es nuestro Líder para siempre’. Eso fue un gran error“, recordó uno. Además de aprovecharse de los errores de los y las activista, el régimen tomó muchas medidas para ayudar a islamizar la revolución. Como un activista aclara que “no éramos conscientes de que la liberación por parte del régimen de todos los presos islámicos extremistas y la apertura de los pasos fronterizos era  parte de su plan para islamizar la revolución. Combatientes extranjeros de todo el mundo entraron en el país y comenzaron a formar grupos armados extremistas islamistas. Otro error que cometimos fue no haber tomado postura cuando estos grupos islámicos eran todavía débiles y en formación. Creíamos que el régimen caería rápidamente y que tales grupos no tendrían oportunidad de crecer. Pero nos damos cuenta hoy de que el régimen era mucho mejor en la planificación de lo que fue el movimiento”. La violencia excesiva hizo que la gente llamara pidiendo ayuda y la aceptara de cualquiera que se la ofreciera, “lo que abrió la puerta a al-Qaeda e ISIS, y en última instancia marginó a los activistas noviolentos de su propia revolución“, expresa otro activista.

 

DEBILIDAD DEL MOVIMIENTO EN LAS UNIVERSIDADES

 

Aunque algunas universidades fueron testigos de un crecimiento de las protestas, los y las activistas no tuvieron éxito en la movilización de los estudiantes o en convertir las universidades en puntos fuertes del movimiento. Esto se debe en parte al hecho de que las fuerzas de seguridad del régimen estaban fuertemente presentes en las universidades desde el principio. La violencia practicada contra los estudiantes que protestaron estuvo “más allá de lo imaginable”, recuerda un activista.

 

NO PRESTAR LA ATENCIÓN QUE MERECÍAN A LAS CUESTIONES SECTARIAS Y REGIONALES

 

Al principio, los y las activistas no reconocieron los problemas y las tensiones sectarias, étnicas o regionales. Insistieron en el lema “Uno, uno, uno: el pueblo sirio es uno”. Independientemente de si creían que tales problemas existían o no, pensaron que haciendo caso omiso a estas cuestiones por el momento y centrándose sólo en la unidad impediría al régimen aprovecharse de las tensiones subyacentes. Los activistas también utilizaron estrategias cuestionables para dirigirse a quienes tardaban en unirse a la revolución, como la gente de Alepo y la costa de Siria. Un activista señaló, “en cierto modo, nos negamos a dirigirnos a quienes no nos apoyaban. Clasificamos a las personas entre partidarios del régimen u opositores, y sólo nos preocupamos de quienes se oponían al régimen. Preferimos comunicarnos con un opositor de una ciudad diferente, a hacerlo con nuestro vecino que apoyaba al régimen“, dijo otro.

 

También surgieron otros factores divisivos. Por ejemplo, muchos activistas se opusieron a la elección de la bandera de la independencia como símbolo de la revolución, ya que incorpora una herencia colonial debido al hecho de que fue utilizado bajo el mandato francés. “La bandera dividió a la gente y distanció a muchos sirios que simpatizaban con la revolución”, observó un participante.

 

LECCIONES APRENDIDAS POR LOS ACTIVISTAS EN EL CONFLICTO SIRIO

 

Esta autocrítica de los activistas sirios busca fortalecer el movimiento mediante el aprendizaje extraído del análisis de los éxitos y fracasos del activismo sirio hasta el momento. Han examinado y replanteado sus metas e ideas, buscando un nuevo equilibrio entre lo que esperan y lo que pueden lograr de forma realista. Participar en una crítica de su propia labor ha dado lugar a una evolución en su conocimiento y estrategias. A continuación se presentan algunas de las lecciones más importantes que han aprendido los activistas sirios en el movimiento noviolento:

DAR A LA COORDINACIÓN, ESTRATEGIAS Y SEGURIDAD LA ATENCIÓN QUE MERECEN

 

La mayoría de los y las activistas que participaron en esta investigación estuvieron de acuerdo en la importancia de la coordinación y de tener en mente estrategias con objetivos claros. Además, hay consenso en que la estrategia debe tener en cuenta hasta el más mínimo de los detalles, como las medidas de seguridad, la logística y la experiencia de las personas organizadoras. Un activista afirma que “uno de los errores del activismo noviolento fue la falta de atención a la preparación y experiencia de los y las activistas que estaban desempeñando papeles altamente especializados”. Otro dice: “el activismo noviolento es una fuerza movilizadora importante que requiere tanto de coordinación como de esfuerzos unitarios”. Una tercera dice, “aprendí la importancia de la planificación y de mantener el objetivo en mente, incluso ante la evolución de las condiciones sobre el terreno”. Otro activista afirma, “la coordinación es la clave. Conseguimos una presencia activa a través del trabajo organizado colectivo. Aprendí disciplina, organización, paciencia y elementos básicos de seguridad”. Todas estas lecciones llevaron a los y las activistas a intentar conformar una visión política para su labor.

 

PERSEVERAR Y ENTENDER QUE LA ACCIÓN NOVIOLENTA ES UNA ESTRATEGIA A LARGO PLAZO

 

Los y las activistas han aprendido que fracasar hoy no significa que la acción noviolenta fracase, sino que “el proceso de cambio pacífico tarda años en dar frutos. Por lo tanto, no hay que ser impaciente“, como un activista expresa. Otro activista cree que “el activismo noviolento no sólo debe tener como objetivo derribar un régimen determinado o cambiar una regla en particular, sino más bien debe tratar de establecer una presencia permanente de activismo noviolento como una parte fundamental de una sociedad consciente y saludable”. La necesidad de activismo noviolento continuo también se manifiesta en las palabras de otro activista, cuando dice: “Creo que aquellos que todavía creen en el proceso pacífico de cambio son capaces de iniciar una nueva revolución. Cuento con ellos”. Tal vez lo más importante que estos y estas activistas han aprendido es que el activismo pacífico y civil es la única manera de conseguir que la revolución vuelva al camino correcto.

 

Por estas razones, los y las activistas de hoy insisten en que el autoritarismo debe desaparecer, pero esto no es su único objetivo. A pesar de todas las dificultades, derrotas y el alto precio que han pagado, insisten en seguir adelante y trabajar para alcanzar objetivos colectivamente elaborados. Un activista dice, “he aprendido a ser paciente, decidido y coherente. No hay espacio para la desesperación porque amamos esta tierra”. Los y las activistas ahora conocen la importancia de su papel para llevar el cambio a su país.

 

PRESTAR MÁS ATENCIÓN A LAS FUENTES DE FINANCIACIÓN DE LOS DONANTES Y SUS AGENDAS

 

Los y las activistas han aprendido que no deben seguir ciegamente los objetivos de las organizaciones que los apoyan económicamente. Uno señala que están haciendo un llamamiento para el “establecimiento de normas comunes para ayudar a las organizaciones de la sociedad civil en Siria a resistir colectivamente los plazos y agendas de las organizaciones donantes que pueden no ser beneficiosos para el pueblo sirio”. Sobre el mismo tema, otro activista llamaba “al seguimiento y publicación del rastro del dinero y las agendas que hay detrás de los patrocinadores que apoyan el trabajo de la sociedad civil en Siria”.

 

EL ACTIVISMO NOVIOLENTO NECESITA SUS PROPIOS MEDIOS

 

Los y las activistas se han dado cuenta de la importancia de reforzar sus conocimientos en medios de comunicación, para poder evitar noticias exageradas y para no tener que someterse a los términos de los medios. Esto, de acuerdo con un participante, pasa por reforzar una cultura de “reconocer los errores y crímenes, independientemente del grupo que los cometa”.

 

SOCIEDAD CRÍTICA CON SENSIBILIDAD

 

Los y las activistas se han dado cuenta de la importancia de la sensibilización de las comunidades locales, y del análisis y la crítica del discurso de la gente de la calle antes de lanzarse con un plan para el cambio social. Ahora saben que todas las opiniones, convicciones y acciones de las personas se relacionan con su nivel de conciencia, que a su vez, se ve afectada por muchos factores, como el dinero, la seguridad y la jerarquía de poder. Los y las activistas, por lo tanto, se dan cuenta de la importancia de equilibrar su trabajo con las necesidades de las personas. No deben ceder ciegamente a lo que exige la gente hacer, y, al mismo tiempo, deben comprender y empatizar con las necesidades de las personas. En cambio, deben moverse hacia “la promoción de una cultura de paz y la rehabilitación de la conciencia colectiva mediante el reconocimiento de los errores cometidos en el pasado, y proporcionar rutas alternativas para seguir adelante”. Los y las activistas de diferentes regiones se han dado cuenta de que tienen que cooperar entre sí y evitar la generalización a fin de comprender las particularidades de cada zona y responder debidamente a los problemas locales. Uno llama a “una comunicación activa y cooperación entre los grupos nacionales de diferentes orígenes sociales, étnicos, religiosos y regionales”. Este enfoque serviría para crear lazos más fuertes entre las regiones y ayudar a conectar los y las activistas de dentro de Siria con los del extranjero. “Los residentes locales deberían formarse para servir de mediadores entre los y las activistas en el extranjero y la comunidad local, en vez de que los y las activistas estén yendo y viniendo entre los diferentes grupos todo el tiempo”. Otro dice que “la clave es aprender a aceptar al otro. Todo el mundo debe reconocer los errores del pasado y trabajar para solucionarlos”. Una de las lecciones aprendidas fue mantener un objetivo realizable y trabajar dentro del marco de los recursos disponibles. Cada área debe producir su propia versión de activismo noviolento que se corresponda con su cultura y demografía local. “No hay necesidad de un activismo noviolento de talla única para todo el mundo. En cambio, éste debería basarse en los problemas y necesidades locales, especialmente debido a que cuestiones como el extremismo, las prácticas represivas, las armas, la falta de educación, el sectarismo, la desigualdad de género, y la corrupción tienden a surgir en determinadas zonas“.

 

VOLVERSE  POLÍTICAMENTE CONSCIENTES Y ENTENDER LOS INTERESES DE OTROS ACTORES ESTATALES EN SIRIA

 

La conciencia política de activistas y sociedad siria en su conjunto se ha desarrollado significativamente en los últimos años. Después de pagar un alto precio, los y las activistas ahora entienden mejor los trucos empleados por actores a escala de estado-nación con intereses en Siria. Se dan cuenta, de acuerdo con un activista, “de que muchas de las consignas vacías que oíamos no eran más que mentiras, y que todos los países siguen sus propios intereses”.

 

MANTENER UNA DISTANCIA CON LA OPOSICIÓN POLÍTICA

 

Los y las activistas han aprendido a no transmitir su lucha en los términos políticos de la oposición. La oposición siria ha sido decepcionante y los y las activistas ahora trabajan duro para impedir que los políticos utilicen la lucha noviolenta al servicio de objetivos políticos estrechos. Un activista dice, “los políticos que no han sido elegidos, como los de la Coalición, no deberían tener permiso para hablar en nombre del pueblo sirio. Debemos buscar figuras que representen realmente a nuestra revolución“. Otro activista reitera la necesidad de establecer una visión política para el movimiento noviolento.

 

PRESTAR MÁS ATENCIÓN A LA IMPORTANCIA DE LA SOCIEDAD CIVIL

 

Los y las activistas se dieron cuenta de la importancia de una sociedad civil que es distinta del gobierno y los intereses empresariales. Hicieron hincapié en la necesidad de fomentar y potenciar la participación pública en el proceso político. “La sociedad civil es la única garantía para la construcción del futuro de Siria”, declaró una persona.

 

LA ISLAMIZACIÓN PUSO EN PELIGRO A LA REVOLUCIÓN

 

Los y las activistas ahora entienden que comparten la responsabilidad de la islamización de la revolución, porque algunos de ellos aceptaron a cualquier persona que se ofreció a ayudar a derrocar el régimen. Se dan cuenta de que la islamización de la revolución les ha hecho pagar un precio muy alto, incluyendo la disminuación de la simpatía internacional. En respuesta a esto, alguien afirmó, “la única manera de volver poner nuestra revolución en el camino correcto es continuar con el activismo noviolento”.

EL ESTADO ACTUAL DEL MOVIMIENTO NOVIOLENTO

 

Los activistas no se pusieron de acuerdo en la evaluación del estado actual del movimiento noviolento. Mientras unos creen que ha tomado nuevas formas, otros creen que ha disminuido o que ya no existe. Se llegó a un cierto consenso sobre la desaparición del movimiento en las zonas controladas por el régimen. Muchos estaban de acuerdo en que algunas regiones, como la zona rural de Idlib, todavía son “terreno fértil para el movimiento noviolento, con espacio libre disponible para el trabajo civil.” Este espacio disponible disminuye en las zonas controladas por facciones armadas islámicas, y desaparece completamente bajo ISIS. La situación es mejor en las zonas kurdas, pero allí el movimiento está centrado en la ayuda humanitaria y las organizaciones civiles.

 

Según varios activistas, “esta transformación del activismo revolucionario noviolento, hacia actividades orientadas a los servicios, dice mucho sobre el estado actual del movimiento”. Otros creen que el movimiento está en evolución e incluso teniendo éxito: “Por fin hay organizaciones civiles sobre el terrero. El concepto de sociedad civil se ha extendido y ya es algo familiar para muchos sirios. También existe una gran red de comunicación entre los y las activistas, a través de talleres y seminarios que tienen lugar en varios países, especialmente en Turquía. El movimiento ha tomado formas más activas”.

 

Las diferencias de opinión entre los y las activistas provenían del hecho de que cada zona en Siria está definida por factores cambiantes de orden social, político, religioso, económico y militar. Por esta razón, primero abordaremos el estado general del movimiento noviolento en Siria a día de hoy, y después analizaremos el movimiento en cada una de las zonas geopolíticas de forma individual.

 

ESTADO GENERAL DEL MOVIMIENTO NOVIOLENTO EN SIRIA

 

  • Está disminuyendo la participación de los y las activistas en las protestas, pero aumenta su implicación en el trabajo de ayuda humanitaria, medios de comunicación y organizaciones civiles.

 

  • Los objetivos del movimiento varían según el poder geomilitar dominante en la región: el régimen, ISIS, el Frente Islámico (FI), Al-Qaeda, el Ejército Sirio Libre (FSA), el PYD Kurdo y otras facciones armadas.

 

  • Prevalecen las actitudes pasivas entre los y las activistas: la mayoría espera la caída del régimen y el fin de la militarización para continuar sus actividades. Un activista describió sus sentimientos: “Siento que estamos desperdigados, ya no trabajamos juntos. Estamos todos esperando a que ocurra algo que nos vuelva a unir. Parece que ya no hay lugar para nosotros. El conflicto armado domina esta fase, no nosotros”.

 

  • La fase actual está caracterizada por la ausencia de estrategia y de objetivos de trabajo proactivos. La mayor parte de las actividades actuales del movimiento son de respuesta a las crisis.

 

  • Es palpable el notable descenso de la presencia de mujeres en el movimiento.

 

  • El centro de la actividad revolucionaria noviolenta se encuentra fuera de Siria: El número de activistas noviolentos en los países vecinos es significativamente más alto que el de los activistas en el interior. “Una de las razones por las que el movimiento está estancado es que muchos activistas se han ido, y tienen miedo de volver, incluso a zonas donde se necesitan las actividades noviolentas o son incluso bienvenidas, como en al-Qalamoun,” dijo una activista.

 

  • Siguiendo con la financiación: la provisión de fondos, las organizaciones internacionales y los talleres organizados fuera de Siria fueron tema de debate y desacuerdo entre los y las activistas. “Al principio de la revolución, todos éramos voluntarios y trabajábamos duro porque creíamos en lo que estábamos haciendo. Una vez que recibimos fondos, la gente se empezó a quejar, y se negaron a trabajar gratis”, dijo un participante. “Como formadores, nos enfrentamos a mucha desconfianza. Por ejemplo, la gente piensa que estamos muy bien pagados y que deberíamos pagar a los voluntarios por su participación en los talleres y seminarios a los que les invitamos a asistir. Aunque los talleres pagados han ayudado a la gente a aprender muchas cosas, también animan a participar a aquellos que no creen realmente en el activismo civil, solo porque está pagado. Para muchos, el activismo civil se ha convertido en una oportunidad de empleo y cuando encuentran un trabajo mejor, se van“, explicaba otro.

 

Los y las activistas estuvieron de acuerdo en que los puntos mencionados reflejan el estado general del movimiento noviolento en Siria. A continuación, echamos un vistazo al movimiento en cada zona geomilitar. Es importante apuntar que las zonas geopolíticas y militares mencionadas están definidas por una serie de factores cambiantes de tipo social, político, religioso, económico y militar. Es probable que cambien; una zona categorizada aquí como bajo una fuerza, podría caer en manos de otra mañana.

 

ZONAS CONTROLADAS POR EL RÉGIMEN

 

Mientras que según un activista «ha llegado a ser casi imposible que el movimiento continúe activo en las zonas controladas por el régimen» y «las metas y demandas del movimiento se han reducido a casi nada«, otros activistas creen que el movimiento no ha desaparecido, sino que «ha tomado nuevas formas«. A pesar de las diferencias, todos los activistas reconocieron el declive del movimiento en las zonas controladas por el régimen, incluso si la situación difiere ligeramente de una región a otra.

 

Las razones tras el declive del activismo noviolento en las zonas controladas por el régimen son:

 

  • Las áreas controladas por el régimen están en geografías confinadas, lo que significa que hay una fuerte presencia de fuerzas de seguridad y controles dentro de un radio pequeño. Los controles en Damasco, por ejemplo, están a menos de un kilómetro de distancia. «Cuando examinamos Damasco, nos dimos cuenta de que había cuatro centros de seguridad en una misma calle, lo que dificultaba mucho el trabajo«, dijo un activista.

 

  • El régimen está intentando mantener su control sobre las grandes ciudades. Tales zonas metropolitanas inevitablemente contienen personas de lealtades mixtas, lo que hace más difícil para los y las activistas moverse, esconderse y maniobrar. «Si las fuerzas de seguridad están siguiendo a un activista de una pequeña ciudad como Barzeh, él sabe a dónde ir y qué barrio le protegerá. Éste no es el caso en las grandes ciudades como Damasco.”

 

  • El declive del apoyo de la comunidad: la gente está cansada de la guerra, cansada de vivir con un miedo mortal y de la falta de los servicios más básicos. Han sufrido durante tres años. «La situación en las zonas controladas por el régimen es agotadora. Estuve en Damasco recientemente. Creo que si alguien saliera a las calles y gritase la palabra ‘libertad’, la gente misma le detendría antes de que llegara la policía«, dijo una activista, señalando que muchas comunidades están cansadas de la revolución y sólo quieren que acabe.

 

ZONAS CONTROLADAS POR EL EJÉRCITO SIRIO LIBRE

 

El activismo civil encuentra cierto apoyo en las zonas controladas por el FSA y facciones similares, ya que estas fuerzas militares tienen como objetivo último establecer un estado civil. Los activistas noviolentos en muchas de estas zonas han obtenido el apoyo de los combatientes, se coordinan regularmente con ellos y, al mismo tiempo, mantienen sus actividades separadas de las operaciones militares. La ciudad de Daraya, en las áreas rurales de Damasco, es un ejemplo de este espíritu; los activistas han formado allí un consejo local de la ciudad al que realmente se someten los combatientes.

 

Es importante advertir que la situación difiere de una zona a otra, incluso cuando el control está bajo el mismo grupo. Por ejemplo, en el momento de asedio y bombardeo, se priorizan las necesidades de los grupos combatientes sobre las necesidades del activismo civil noviolento. Según algunos activistas, esta situación afecta al movimiento de dos maneras: en primer lugar, obliga a la mayoría de los y las activistas a centrarse en la respuesta a la crisis y, en segundo lugar, debilita su capacidad de criticar a los grupos armados. «Los y las activistas en estas zonas tienen mayor margen de libertad para practicar el activismo civil, pero siempre deben tener cuidado de no criticar directamente al FSA o a los grupos islámicos«, observó un activista.

 

Aunque algunos activistas no estaban contentos con las actividades del movimiento noviolento en estas áreas, un activista de la ciudad de Kafranbel tenía una opinión muy diferente; «No estoy de acuerdo con ustedes«, dijo. «Éstas son las zonas donde vive el movimiento noviolento. Mirad las actividades que se llevan a cabo continuamente en Kafranbel, por ejemplo: campañas de sensibilización, campañas de derechos de las mujeres y los niños, centros de apoyo psicosocial para niños y mujeres, grupos que tratan de restablecer el apoyo de la comunidad y les recuerdan constantemente los objetivos de libertad, unidad y justicia social- la revolución vive en Kafranbel«, sonrió.

 

A pesar de las diferencias, todos los activistas mostraron considerable gratitud porque el movimiento haya logrado mantener los objetivos originales de la revolución (derrocar al régimen y establecer un estado civil) en muchas de las zonas controladas por el FSA y grupos similares.

 

ZONAS CONTROLADAS POR ISIS

 

«La presencia de ISIS y Al Qaeda ha obligado a la revolución a desviarse de su camino original. El extremismo, los asesinatos y los secuestros han aplastado el espíritu de los jóvenes activistas«. Estas palabras resumen la situación en las áreas controladas por Jabhat al-Nusra, Al-Qaeda e ISIS. La ciudad de al-Raqqa es un ejemplo representativo de lo que ha sucedido en estas zonas. Justo después de haber sido completamente liberada del régimen en 2013, al-Raqqa albergó 35 grupos civiles activos. Hoy, el activismo civil en la ciudad es inexistente, a excepción de un solo consejo municipal simbólico e ineficaz, al que los islamistas permiten operar.

 

ZONAS KURDAS

 

El movimiento noviolento está activo en las zonas kurdas y, aunque todavía reclama un estado civil, también está inundado de asuntos locales. Por ejemplo, si bien ha disminuido el hincapié en el derrocamiento del régimen, están surgiendo nuevas instituciones civiles que tienen objetivos centrados en lo local, como lograr la coexistencia entre los diversos grupos étnicos en un área determinada.

 

Aunque el movimiento tiene apoyo en las zonas kurdas, varios factores clave le impiden ganar impulso:

 

  • El predominio del Partido de la Unión Democrática (PYD), que impone con fuerza su ideología sobre el activismo noviolento en las zonas que controla.
  • El afloramiento de grupos extremistas islámicos como ISIS y al-Nusra en zonas vecinas
  • La incapacidad de las fuerzas políticas árabes y kurdas para alcanzar un entendimiento o un marco sobre el que trabajar para resolver el tema kurdo en Siria.

 

El movimiento noviolento en las zonas kurdas de Siria corre el peligro de ser marginado y debilitado por los ataques en curso del ISIS sobre estas áreas y los bombardeos continuos por parte de las fuerzas de la Coalición Internacional en las áreas colindantes controladas por ISIS y Jabhat al-Nusra.

 

ZONAS CONTROLADAS POR FACCIONES ISLÁMICAS CONSERVADORAS

 

El movimiento se encuentra debilitado en las áreas controladas por otras facciones islámicas como el Frente Islámico en Ghouta Oriental. La desaparición de la bandera de la revolución y la aparición de la bandera islámica negra, así como el secuestro de Razan Zaituneh, Samira al-Khalil, Wael Hammadeh y Nazim Hamadi -todos ellos activistas que trabajaban en el Centro de Duma para la Documentación las Violaciones de Derechos Humanos- ponen de relieve el deterioro de la situación del movimiento en estas zonas. «La islamización de la revolución fue más peligrosa que su militarización. Al menos al principio, hubo cierta cooperación entre activistas noviolentos y grupos militantes. Nunca se ha dado la cooperación con los grupos islámicos; se oponen a cualquier trabajo educativo, a los activistas se les permite abrir centros islámicos, pero no centros educativos. En lugar de tener tribunales, la gente ahora tiene que consultar a los consejos de Sharia para sus conflictos cotidianos. El problema es que la mayoría de la gente apoya a quienes están en el poder, porque el poder dominante les proporciona servicios. Como no podemos prestar servicios en estas áreas, no tenemos el apoyo de la gente«, reflexionó un activista.

 

NECESIDADES ACTUALES DEL MOVIMIENTO

 

A pesar de una realidad brutal e importantes desafíos, los y las activistas expresaron su firme convicción de que el movimiento todavía tiene un papel vital que desempeñar en actual estado fracturado de Siria. “El movimiento noviolento es muy necesario, sobre todo debido al caos y destrucción que el régimen y los grupos armados han dejado tras de sí”, explicó un activista. Dejaron claro que la retirada ni siquiera está en su diccionario, y que están dispuestos a encontrar áreas en Siria donde pueden sembrar semillas de esperanza. Ellos creen que ahora el movimiento debe hacer lo siguiente:

 

DESARROLLAR NUEVAS ESTRATEGIAS NACIONALES

 

Los y las activistas creen que para que el movimiento recupere el impulso y haga valer su papel como poder independiente y viable, debe desarrollar una estrategia nacional clara. “El activismo noviolento no puede existir sin la construcción de la unidad, lo que requiere un liderazgo unido que diseñe estrategias a nivel nacional. La presencia de este tipo de liderazgo dejaría perplejo al régimen“, explicó un activista. Las estrategias también deben tomar en consideración las particularidades locales y geográficas. “Siria es un mosaico de diferentes comunidades. Durante décadas, el régimen ha marginado algunas zonas, especialmente en las comunidades rurales. Ha llegado el momento de abrazar esta diversidad y atender las necesidades de todas las comunidades sirias“, confesó otro activista.

 

ELABORAR UNA VISIÓN POLÍTICA CLARA Y UN PLAN ALTERNATIVO

 

Los y las activistas creen que el movimiento debería formular y cristalizar una visión política. Cualquier visión debe incluir lo siguiente:

 

  • Transparencia respecto a todas las actividades y procesos revolucionarias.
  • Conquistar los corazones y las mentes de Siria con la idea de que una sociedad civil empoderada es la solución, no la toma del poder político por la fuerza (militarización).
  • Una política pensada en detalle en relación a la militarización del movimiento.
  • Una política igualmente reflexionada contra la islamización del movimiento.
  • Una visión clara y desarrollada para el futuro de la Siria post-Assad

 

ARTICULAR UNA POLÍTICA CON RESPECTO A LA MILITARIZACIÓN DEL MOVIMIENTO

 

Con los activistas divididos sobre si el objetivo del movimiento debe ser “resolver el conflicto y el desarme“, o “complementar la resistencia armada con herramientas noviolentas”, se hace aún más urgente seguir el intercambio y el diálogo dentro del liderazgo del movimiento. El siguiente intercambio debería tener como objetivo determinar todas las diferencias existentes y culminar en una articulación pública de la política del movimiento en relación a la militarización y la islamización.

 

ASOCIARSE CON ORGANIZACIONES CIVILES LOCALES Y SATISFACER LAS NECESIDADES COTIDIANAS DE LA GENTE

Muchos activistas creen que el movimiento debe trabajar con organizaciones locales que estén al servicio de las personas necesitadas. Esta asociación “podría ayudar a las personas a poner sus diferencias a un lado y darse cuenta de que comparten los mismos objetivos”. Esto, según muchos activistas, “sería el primer paso hacia la convivencia pacífica” Debido a que una asociación como ésta requiere recuperar la confianza de la gente, los y las activistas instaron a que el movimiento se centre en la satisfacción de las necesidades diarias de las personas. “Una campaña exitosa que llama a la reducción de los precios, por ejemplo, nos ayudaría a recuperar la confianza de la gente”, sugirió un activista.

 

ALENTAR A LOS ENTORNOS LOCALES PARA APOYAR A LOS ACTIVISTAS DE LOS MOVIMIENTOS NOVIOLENTOS Y DARLES LA BIENVENIDA

 

La mayoría de los activistas creen que para ser eficaz, el movimiento tiene que estar basado en el territorio sirio. Para ello es necesario “que los activistas vuelvan a casa desde el extranjero”. Para que esto suceda, “deben ser cuidados los entornos locales que apoyan el activismo noviolento. Los activistas deben ser bienvenidos a volver a casa porque su papel es de singular importancia y muy necesario”.

 

PREPARARSE PARA EL PERÍODO POSTERIOR AL RÉGIMEN

 

Mientras se están formulando proyectos más desafiantes como la reconstrucción de la infraestructura y la gobernabilidad democrática, es preciso implementar con urgencia servicios simples pero eficaces que tienen impacto en la vida diaria de las personas. “El Gobierno temporal debe invertir en la creación de instituciones como un registro civil en lugar de dejar que ese tipo de servicios lo presten los Comités Sharia islamistas. Estos proyectos deben estar bien establecidos antes de que caiga el régimen, de manera que cuando lo haga, tengamos algunos servicios públicos alternativos ya en funcionamiento“, recomienda un activista.

 

DEFINIR LOS OBJETIVOS DEL MOVIMIENTO Y AMPLIAR LA BASE DE APOYO

 

Lo más importante ahora es determinar si nuestro objetivo es derrocar al régimen o la reconstrucción de la sociedad, ya que las herramientas son diferentes según el objetivo”, aclaró un activista. Una activista sugirió que los participantes deben preguntarse “si el movimiento puede crecer si sólo se dirige a los que ya apoyan la revolución”. En ese momento, otro sugirió que el movimiento debe llegar ahora a los que han sido neutrales, especialmente en zonas controladas por el régimen.

 

AYUDA HUMANITARIA, DOCUMENTACIÓN Y LOS NIÑOS Y NIÑAS

 

A pesar del desacuerdo sobre el trabajo de ayuda humanitaria, la mayoría de los activistas cree que el movimiento debe asumirla porque la gente tiene graves necesidades diarias que no se están cumpliendo. Los y las activistas también creen que el movimiento tiene la responsabilidad de documentar las violaciones de derechos humanos, exigir la liberación de los presos, y lo más importante, trabajar con los niños y niñas, porque “son los más perjudicados en la situación actual y porque son el futuro del país”, enfatizó uno de los participantes. Algunos activistas argumentaron convincentemente que el movimiento debe trabajar con los combatientes armados y educarlos sobre la eficacia del activismo noviolento. “Esto requiere el desarrollo de la conciencia política como alternativa a la violencia”.

 

EXPULSAR EL EXTREMISMO

 

Además de trabajar para derrocar al régimen, los y las activistas creen firmemente que el movimiento también debe centrarse en “la lucha contra ISIS y expulsar a sus combatientes de Siria, junto con un trabajo riguroso de construir y nutrir la sociedad civil”.

 

POTENCIAR LA PRESENCIA DE LA MUJER EN POSICIONES DE LIDERAZGO EN EL MOVIMIENTO

Las mujeres activistas señalaron que después de que la revolución dio a las mujeres una nueva libertad para expresar sus problemas y contribuir al proceso de cambio, la actual guerra ha cerrado esa puerta y restableció los limitados roles de las mujeres con una venganza. Las mujeres pidieron al movimiento “trabajar en la recuperación de los vitales papeles de las mujeres como defensoras y educadoras en los procesos de desarme y resolución de conflictos”. Los activistas estuvieron de acuerdo y pidieron un movimiento inmediato hacia ese objetivo, haciendo hincapié en el compromiso diciendo que volver a potenciar a las mujeres es un requisito previo fundamental para la revitalización del propio movimiento. “No hay activismo noviolento eficaz sin la participación de las mujeres”, declaró un activista.

 

RECORDAR AL MUNDO QUE LA REVOLUCIÓN ESTÁ VIVA

 

Los y las activistas están de acuerdo en que es urgente recordar a la población siria y al mundo que, a pesar de la actual guerra, la revolución contra la tiranía y la opresión se encuentra todavía en marcha. “Nuestro movimiento es muy necesario en este momento. Incluso pequeñas cosas, como nuevos grafitis con mensajes positivos y poderosos, recuerdan a la gente que esto es una revolución. Como ejemplo positivo, Kafr Nabl fue capaz de mantener ISIS a raya e influir en el FSA sólo mediante el activismo noviolento. Debido a que el movimiento está en una posición de fuerza, los combatientes del Ejército Libre de Siria están atentos a las demandas y los objetivos del movimiento“, señaló uno de los participantes.

 

LAS MUJERES Y EL MOVIMIENTO NOVIOLENTO

 

Como parte del esfuerzo de Dawlaty para arrojar luz sobre el declive del protagonismo de las mujeres en el movimiento, y como primer paso hacia la búsqueda de los métodos y herramientas correctas para volver a capacitar a las mujeres, las activistas se reunieron alrededor de una mesa en Beirut, donde analizaron en profundidad su participación en la revolución: sus desafíos, razones para la participación, éxitos y fracasos.

 

Al principio de la revolución, las mujeres rompieron muchas barreras y consiguieron convertirse en participantes reales. Sin embargo, la situación actual es muy diferente, y las mujeres están bajo fuerte presión del régimen, el FSA, las facciones islámicas y sus familias para abandonar el movimiento“, explicó una activista. Una segunda mujer argumentó que el panorama de la participación de las mujeres en el inicio de la revolución no era del todo color de rosa: “Desde el principio, la participación de las mujeres en las protestas fue limitada. Las mujeres, por ejemplo, siempre se colocaban en las líneas del fondo, y los carteles y pancartas que se les permitió llevar fueron cuidadosamente elegidos por otros. Incluso en los comités de coordinación, los que tomaban las decisiones y los administradores eran siempre hombres. Había lugares en los que se hicieron añicos los tabúes, como cuando las mujeres en Duma, una zona muy conservadora, organizaron sus propias protestas y participaron en el trabajo de ayuda humanitaria, pero esos raros ejemplos no deberían generalizarse”, sostuvo ella.

 

A pesar del desacuerdo sobre la naturaleza de la participación de las mujeres en el inicio de la revolución, todas las activistas coincidieron en que la revolución abrió la puerta a las mujeres para que desafiaran las convenciones sociales restrictivas, ya fueran esas convenciones legales, familiares, religiosas o sociales. Muchas mujeres activistas asumieron la responsabilidad, en el inicio de la revolución, de contrarrestar la propaganda del régimen de que la revolución era portadora de una ideología islamista y que marginaría y oprimiría a las mujeres. Para lograr esto, se organizaron, participaron, e incluso protagonizaron protestas en varias ciudades, y algunas de ellas como May Skaf, Razan Zaytouneh y Fadwa Sulayman, se convirtieron con el tiempo en iconos de la revolución siria.

 

Por desgracia, este margen de libertad comenzó a disminuir con la entrada de las armas y el extremismo en la revolución. Los roles de las mujeres fueron finalmente moldeados de nuevo siguiendo esquemas convencionales, y la mayoría de las mujeres activistas fueron relegadas a trabajar en la ayuda humanitaria. En algún momento, “el ámbito de las funciones de la mujer retrocedió a un área más pequeña de lo que era antes de la revolución”, señaló una mujer. La mayoría de las activistas coincidieron en que esta regresión fue debida a dinámicas predecibles, tales como el aumento de la violencia del régimen y de la guerra, y la militarización, además de la aparición y expansión de ISIS y algunos otros grupos islamistas. Las activistas también señalaron que la internalización de los valores patriarcales por parte de las mujeres, y someterse a las convenciones familiares y sociales, contribuyó a esta regresión, sobre todo después de que la revolución se militarizó: “Mientras que algunas familias toleraron al principio la participación de sus hijas en el movimiento, se angustiaron cuando las balas empezaron a volar y las bombas empezaron a caer“, indicó una activista.

 

TEMAS POLÉMICOS IDENTIFICADOS DURANTE LAS DISCUSIONES

POLITIZACIÓN DE LA FINANCIACIÓN, ORGANIZACIONES INTERNACIONALES E INTERVENCIÓN INTERNACIONAL

 

Los inicios brillantes y prometedores del movimiento noviolento animaron a muchos países y organizaciones internacionales a apoyar y financiar el movimiento, cada uno según su propio interés y agenda. Este apoyo proporcionó al movimiento dos piezas que necesitaba con urgencia: experiencia y recursos económicos. La nueva financiación y entrenamiento produjeron ideas sólidas, proyectos creativos, medios alternativos y organizaciones de la sociedad civil. Pero este apoyo también tenía un lado negativo, ya que abrió la puerta a que muchos activistas abandonaran el país. Los dólares de la financiación también hicieron aparecer la corrupción y produjeron algunos activistas que se enamoraron de su nueva estabilidad económica y perdieron todo entusiasmo por asumir riesgos.

 

Muchos activistas dentro de Siria llegaron a sentir que los que ahora viven en el extranjero habían convertido la revolución en una fuente de ingresos. Además, la intervención directa de algunos países donantes convirtió a muchas organizaciones y activistas en herramientas “por encargo”. Según un observador: “algunos activistas cambian sus lealtades dependiendo de quién paga más. Adoptan la agenda de quienes les financian. Producen vídeos y escriben discursos que representan la agenda política de la parte donante, incluso aunque contradiga sus principios originales”. El movimiento civil noviolento, llegó a ser visto como un actor al servicio de agendas extranjeras, lo que le puso en conflicto directo no sólo con el régimen, sino también con las partes que rechazaban cualquier tipo de intervención internacional.

 

El tema de la financiación externa y el apoyo de las organizaciones internacionales a través de talleres y sesiones de entrenamiento generó un animado debate entre los y las activistas. Mientras que algunos creían que la financiación y el entrenamiento en el extranjero les proporcionaron las herramientas necesarias para desarrollar sus habilidades, otros replicaron que tuvo un impacto negativo también. A continuación se presentan las ventajas y desventajas de la financiación y el apoyo extranjero, tal como es visto por los y las activistas:

 

Ventajas

 

  • Los talleres apoyados por organizaciones extranjeras permitieron a los y las activistas contextualizar sus experiencias y situarlas dentro de un marco global, y una historia rica y orgullosa. “Los talleres y sesiones de entrenamiento eran cursos intensivos sobre los principios y las lecciones históricas del activismo noviolento”, señaló un participante.

 

  • Los talleres también “ayudaron a ganar los corazones y las mentes de muchos jóvenes activistas que habían sido atraídos hacia la militarización”, dijo otro.

 

  • La financiación, los talleres y las sesiones de formación ayudaron a construir, reactivar y reforzar las instituciones que operaban en el interés público, lo que a su vez ayudó a fortalecer la sociedad civil en Siria

 

  • Los talleres proporcionaron a los activistas la oportunidad de comunicarse y colaborar, lo que de otro modo no habrían tenido.

 

Desventajas

 

  • Las sesiones de formación proporcionaron a los participantes fórmulas que no estaban enraizadas en la realidad y condiciones sobre el terreno de Siria. “Ellos les dieron a los activistas planes rígidos para ser implementadas ‘tal cual’, en lugar de trabajar con los activistas sobre la personalización de sus propias herramientas”, señaló una mujer.

 

  • Dinero: Varios activistas consideran que el dinero y los salarios proporcionados por organizaciones extranjeras jugaron un papel negativo, ya que “el respaldo erosionó el voluntariado puro, monetizó algo que antes se producía sólo desde el corazón, y convirtió el movimiento en una oportunidad de ganar dinero”, se lamentó un activista.

 

  • Dinero: Contribuyó a que los y las activistas emigraran y abandonaran su trabajo dentro de Siria. “Las ofertas económicas tentadoras, especialmente de las organizaciones internacionales en Turquía, animaron a muchos activistas a abandonar el país, incluso cuando no estaban trabajando en zonas peligrosas”, se lamentó un activista.

 

  • El dinero también ha contribuido a corromper a muchos activistas, que comenzaron a cambiar sus lealtades e ideologías de acuerdo con la ideología de la parte que pagaba más. “La corrupción de los proveedores de fondos se transfirió a los que recibieron los fondos”, señaló un activista.

 

  • La financiación es como una enfermedad para el activismo”. Además, muchas organizaciones locales desaparecen meses después de recibir los fondos “porque las organizaciones se apresuraron demasiado o habían establecido metas y herramientas poco realistas”, o simplemente porque eran fraudulentas y lo único que  querían era la financiación extranjera.

 

INTERIOR FRENTE A EXTERIOR

 

Las conversaciones hicieron aflorar las diferencias de puntos de vista entre activistas que trabajan desde dentro de Siria y activistas que trabajan en el extranjero. Las tensiones y las opiniones divergentes también surgieron entre personas activas en las zonas controladas por el régimen y personas activas en las zonas “liberadas”.

 

La mayoría de los activistas que viven en Siria expresaron su decepción con los activistas que habían huido, y los criticaron por abandonar el país. Ellos argumentaron que Siria y el movimiento tienen una gran necesidad de que haya más activistas en suelo sirio, y llamaron a sus colegas en el extranjero a que volvieran a casa y arrimaran el hombro para ayudar durante este período crítico. Algunos de los activistas que viven en el extranjero se pusieron a la defensiva, pero muchos otros coincidieron en la necesidad urgente de su regreso.

 

ZONAS CONTROLADAS POR EL RÉGIMEN FRENTE A ZONAS “LIBERADAS”

 

Mientras que los activistas de todas partes reconocen la urgente necesidad de revitalizar el movimiento noviolento, no están de acuerdo en los objetivos del activismo que es necesario.

 

Mientras que los que trabajan en zonas “liberadas” insisten en que el movimiento debe aspirar a derrocar tanto ISIS como a Assad, los que trabajan en zonas controladas por el régimen creen que la revolución ha dejado a la gente exhausta. Estos piensan que poner menos énfasis en lo macro, en los objetivos políticos, y centrarse en ayudar a la gente a superar sus problemas de la vida diaria, ayudaría a la revolución a recuperar el apoyo popular. En última instancia, los y las activistas estuvieron de acuerdo en que los objetivos y las estrategias del movimiento deben ser ágiles y adaptarse a las realidades básicas de cada zona.

 

MILITARIZACIÓN

 

Como se muestra en muchos lugares de este informe, la militarización es un poderoso factor de división para los y las activistas. Mientras que para algunos la militarización tiene la culpa de la debilidad del movimiento y sugieren que la militarización debe ser eliminada tan pronto como sea posible, otros creen que una fórmula de cooperación con determinados grupos armados es la única esperanza de que la revolución tenga éxito.

 

¿PUEDE EL MOVIMIENTO RECUPERAR SU FUERZA?

 

Las respuestas de los activistas sobre si el movimiento podría recuperar la fuerza y el impulso en correlación con su ubicación geográfica y la autoridad gobernante en sus áreas.

 

La pregunta: ¿Puede el movimiento noviolento recuperar la fuerza y el impulso?

Desglose de las respuestas de los y las activistas a la pregunta:

 

Los que afirmaron que el movimiento podría recuperar su fuerza e impulso estuvieron de acuerdo en que “el movimiento noviolento continuará mientras la gente crea en él. El hecho de que sea débil en algunas áreas y fuerte que en otras sólo demuestra que aún está vivo”.

 

Los que afirmaron que el movimiento no podrá recuperar su fuerza e impulso estuvieron de  acuerdo en que “la mayoría de los líderes del movimiento han sido asesinados, encarcelados, han huido el país o se han unido a los grupos armados. Es muy difícil organizar manifestaciones ahora. Antes se podía reunir a cientos de manifestantes en una hora, pero hoy en día no podemos reunir a diez personas, porque simplemente no creen que vaya a importar”. Otros piensan que el movimiento no va a recuperar el poder “porque la proliferación de facciones armadas, la intervención extranjera, y las agendas de los extremistas destruirán Siria”.

 

Los que afirmaron que el movimiento podría tal vez recuperar su fuerza e impulso estuvieron de acuerdo en que sólo ocurriría eso si se cumple lo siguiente:

 

  • Si se establecen canales de comunicación entre grupos armados y activistas civiles, entre todas las confesiones y grupos étnicos e incluso entre aquellos que apoyan al régimen y los que no lo hacen”.
  • Si se recupera la confianza de la gente mediante acciones como
    tribunales que establezcan las responsabilidades de los criminales de todas y cada una de las partes por igual”.
  • Sólo cuando el movimiento esté listo para coordinarse con los grupos armados moderados como el FSA. “Para que el movimiento pueda recuperar su fuerza, tenemos que dejar de soñar. Tenemos que deshacernos de los grupos extremistas y esto sólo puede suceder con la ayuda de grupos armados moderados como el FSA”.

Los que declararon que no saben si el movimiento podría recuperar su fuerza e impulso estuvieron de acuerdo en que “depende de las estrategias del movimiento y su capacidad para restablecer su presencia en el territorio sirio y convencer a los grupos militarizados de renunciar a las armas para que ayuden a construir una sociedad civil que ofrezca oportunidades de trabajo para los que si no, cogerían un arma”. También estuvieron de acuerdo en que “el movimiento necesita soluciones y alternativas políticas, pero no sabemos si este movimiento tiene la capacidad para desarrollarlas…

RECOMENDACIONES

RECOMENDACIONES PARA ACTIVISTAS

 

  • Hacer una ruptura clara y una separación decisiva entre extremismo y revolución: en el curso de la revolución, algunos activistas, por una razón u otra, cooperaron con facciones extremistas como ISIS y Jabhat al-Nusra, lo que provocó que el movimiento perdiera la confianza de muchas personas. Por lo tanto, es hora de que el movimiento exprese su firme oposición a la agenda extremista, y coopere firmemente con todos los que aspiran a un Estado civil.

 

  • Responder a la necesidad urgente de contar con una estrategia y política claras y unificadas respecto a todos los grupos armados. Los grupos armados son una parte de la realidad de Siria, y el movimiento debe establecer canales de comunicación con los grupos que no han cometido violaciones contra la población civil. También debe desarrollarse una estrategia a largo plazo en la que el movimiento sólo conceda su apoyo a los grupos armados si estos se someten a la autoridad civil y no al revés. Esta estrategia debe ser lo suficientemente flexible para incluir experiencias distintas en diversas áreas geográficas.

 

  • Crear un medio nacional que se niegue a seguir los dictados de militantes o militares.

 

  • Encontrar un mecanismo para vincular a los activistas en Siria con los del extranjero, de manera que se complementen y sirvan como recursos el uno para el otro. Además, proporcionar a los activistas en el extranjero el apoyo que necesiten para volver a Siria.

 

  • Dividir las metas del movimiento noviolento entre lo estratégico y lo táctico. El objetivo estratégico es construir un Estado democrático civil que sirva a todos sus ciudadanos. El objetivo táctico es aprender qué medidas se pueden implementar en el terreno, dependiendo de las circunstancias de cada región, con el fin de trabajar hacia el establecimiento de un Estado civil.

 

  • Desarrollar una estrategia para activar instantáneamente el movimiento noviolento, tan pronto como ISIS, Al-Nusra, las facciones extremistas, o el régimen abandonen un área.

 

  • Antes de trabajar con una organización, nacional o extranjera, informarnos bien sobre la financiación, historia, las funciones y agendas de esa organización. ¿Qué tienen que ganar o perder con nuestro éxito o fracaso?

 

  • Formar a los y las activistas en cómo investigar a las organizaciones internacionales para comprender mejor las misiones y los programas que impulsan las organizaciones no gubernamentales y organizaciones de financiación que operan o financian proyectos en Siria.

 

RECOMENDACIONES PARA LA SOCIEDAD CIVIL SIRIA

 

  • El trabajo de la sociedad civil siria debería tener lugar en territorio sirio. Trasladar las operaciones del exterior a Siria, donde se necesita el trabajo y está adecuadamente situado.

 

  • Las organizaciones deben aportar su experiencia y formación, pero los activistas deben, a su vez, poner con claridad su experiencia de campo encima de la mesa y construir estrategias y herramientas personalizadas para Siria. Negarse a seguir planes prediseñados.

 

  • Trabajar sólo con organizaciones de la sociedad civil que sean transparentes con sus finanzas y patrocinadores. Si no quieren o no pueden mostrar de dónde proviene su financiación, negarse a apoyarlas.

RECOMENDACIONES A ORGANIZACIONES INTERNACIONALES Y DONANTES

 

  • Los donantes deben verificar la experiencia y cualificación de los solicitantes con organizaciones locales de la sociedad civil siria de confianza, en un esfuerzo mutuamente beneficioso para evitar la financiación de “activistas” que están interesados sólo en el dinero.

 

  • Dar prioridad a la financiación de proyectos sirios en territorio sirio, donde el trabajo es realmente necesario. Este enfoque también favorece el retorno de activistas a Siria.

 

  • Apoyar proyectos que quiten poder y fuerza a la militarización y el armamento.

 

  • Financiar el desarrollo de puestos de trabajo de ayuda humanitaria para que los y las activistas puedan regresar al activismo.

 

  • Apoyar debates y talleres que reúnan a activistas dispares.

 

  • A través de múltiples debates y talleres con una amplia muestra representativa de activistas sirios, financiar la redacción de un manifiesto para el movimiento civil noviolento sirio.

 

CONCLUSIÓN

 

Los activistas que viven en el interior de Siria y los que viven en el extranjero sueñan con el nacimiento de una Siria democrática donde todas las personas detenten el poder político y donde el gobierno exista para servir, proteger y empoderar a sus ciudadanos y ciudadanas. Es hora de que los activistas que viven en el extranjero y los activistas que viven en el país se reúnan en el territorio sirio para documentar y transmitir su visión compartida del futuro de Siria. Esta visión debe trascender los poderes actuales en Siria para que sostenga y guíe el movimiento noviolento hacia adelante en el camino, tanto si el régimen de Assad se mantiene en el poder, o se derrumba, tanto si el conflicto violento se intensifica o se desarma, tanto si los extremistas se retiran hoy o mañana. Puede que no haya otra oportunidad de crear y poner en práctica esta visión: Ahora es el momento.

 


 

El movimiento noviolento sirio: perspectivas desde la base (informe Dawlaty) – descargar en PDF