Yayaflauta se enfrenta a los ejércitos

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«No quiero que mis impuestos se dediquen a fabricar misiles para el ejército israelí. Esta es mi manera de frenar la masacre en Gaza»

En la Declaración de Renta del año pasado (2013), Pepa Pretel desvió 100€ a una radio libre valenciana, una cantidad pequeña comparada con la parte de sus impuestos que el Gobierno de España destina a comprar material de guerra y financiar la industria militar. Esta ex-profesora de institituto jubilada de 70 años comenta que, de esta manera y en términos simbólicos, está haciendo efectiva su propuesta de dedicar a temas sociales (en este caso la emisión de la voz de los sin-voz) aquello que cada año se destina a gasto militar y producción de armamento, a la vez que traslada al Gobierno la petición de que adopte la misma iniciativa. El gesto no ha gustado a Hacienda que acaba de requerirle, vía providencia de apremio, el importe desviado más el 20% de recargo.

La yayaflauta sigue en sus trece, reafirmándose en que ha de ser la ciudadanía, a través de procesos participativos reales y transparentes, quien decida las prioridades en las asignaciones presupuestarias del Estado. En esa línea, afirma que «no es de recibo que, en unos tiempos en que las principales agresiones que sufre la población son la insuficiencia de servicios públicos como salud, educación y justícia, y la falta de trabajo, vivienda y alimentación, amenazas directas a nuestra supervivencia, se dediquen miles de personas y miles de millones de euros a la creación, compra-venta y utilización de armas de destrucción».

Pepa Pretel, incorporada a los movimientos sociales surgidos tras el 15M, ha visto en la Objeción Fiscal a los Gastos Militares (una forma de desobediencia civil promovida por Alternativa Antimilitarista-MOC y compartida por centenares de personas) una herramienta para promover el debate público sobre lo que considera una democracia defectuosa: «esos recursos malgastados en la preparación de la guerra, se podrían desviar a satisfacer las necesidades bàsicas de la población y a promover valores igualitarios y no violentos que superen los valores del miedo y la agresión promovidos por el sistema militarista que padecemos. No quiero que mis impuestos se dediquen a fabricar misiles para el ejército israelí. Esta es mi manera de frenar la masacre en Gaza «.

A pesar del requerimiento de Hacienda, la yayaflauta persiste: “cada año seguiré haciendo objeción fiscal al gasto militar”.

MÁS INFORMACIÓN: Pepa Pretel, teléfono