Paremos el genocidio de Alepo: concentración frente al consulado ruso en Valencia

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CONCENTRACIÓN DE PROTESTA CONTRA LOS BOMBARDEOS CRIMINALES DE BASHAR AL-ASAD Y RUSIA A LA POBLACIÓN SITIADA DE ALEPO ORIENTAL

–    Por un alto el fuego inmediato y el establecimiento de corredores humanitarios supervisados por organismos internacionales independientes para ayudar a la población sitiada.
–    Por una política de acogida que respete los derechos humanos y los demás principios que deberían sustentar las políticas europeas de asilo.
–    Por el cese definitivo del conflicto armado y la denuncia del sistema internacional que lo ha hecho posible y alentado.
–    En apoyo del pueblo sirio y de su capacidad de agencia política, de su lucha novilenta contra la dictadura fascista y genocida de Bashar al-Asad y por una paz justa en Siria.

Consulado de la Federación Rusa
Av.  de Aragón 4 (junto Paseo de la Alameda), VALENCIA
Lunes 3 de octubre, 19h.

Lo que está ocurriendo ahora mismo en Siria, ante los ojos del mundo entero, es un genocidio cometido por Asad y sus aliados. Particularmente por Rusia, que inició su intervención militar el 30 de septiembre de 2015. Alepo lleva varios días «sufriendo una ofensiva aérea salvaje, causando una media de más de un centenar de fallecidos diarios, cientos de heridos, y la destrucción total de la infraestructura sanitaria y de protección civil de los barrios rebeldes, donde se calcula que quedan alrededor de trescientas mil personas.» Se están utilizando varias clases de bombas cuyo uso está prohibido contra barrios residenciales e instalaciones básicas para la vida. Más de 600 civiles muertos y más de 1600 heridos por causa de los bombardeos en apenas una semana de intensificación de los ataques. No hay agua. Los hospitales están abarrotados. Los cirujanos atienden a los pacientes directamente en el suelo. Los objetivos son la población civil, los hospitales, los médicos, los trabajadores humanitarios…

La “justificación” es acabar con el terrorismo. Terrorista es cualquiera que oponga resistencia de cualquier tipo a la política de tierra quemada de Bashar al-Asad.

Mientras tanto ambas potencias, entre acusaciones cruzadas, dicen seguir trabajando por salvar unos acuerdos, supuestamente capaces de crear las condiciones que pondrían fin al conflicto armado, pero tomados de espaldas a la mayoría del pueblo sirio, «en medio de un absoluto desinterés por el destino de un número incontable de detenidos en condiciones monstruosas, sin hacer un llamamiento al levantamiento del bloqueo de las zonas bajo asedio, sin mencionar la retirada de Irán, la milicia Hezbollah –que depende de este país–, y las otras milicias sectarias, y sin relacionarlo con la visión de una nueva Siria democrática.»
Ambas potencias imperialistas, sus alianzas e intereses, son una amenaza para la paz mundial. En la actualidad comparten la misma legitimación belicista de sus acciones criminales: la interminable llamada «Guerra contra el terrorismo». «Di terrorismo y ocupa países, inaugura cárceles como Guantánamo o Abu Guraib, o destruye países como Chechenia, Afganistán, Iraq, Gaza y Siria.»

Antes del alto el fuego Asad prometió que recuperaría cada palmo de tierra. Con esta anunciada ofensiva pretende consumar esta intención a costa del pueblo sirio. «Asad o quemamos el país» fue la consigna reaccionaria promocionada por el régimen en la primavera de 2011. Ante los ojos de toda la comunidad internacional, estos criminales genocidas, Assad y Putin, están llevando a cabo su promesa con la complicidad del sistema internacional. Fue en 2011 cuando una revolución pacífica, apoyada por una mayoría amplia del pueblo sirio –que clamaba por la justicia política, económica y social y en contra del régimen corrupto, sectario y mafioso que había gobernado Siria por cerca de 50 años– comenzó a ser salvajemente reprimida. Creándose así las condiciones para las posteriores militarización, sectarización e internacionalización del conflicto. Ello en un un momento en el que buena parte de la población siria comenzaba a sufrir los efectos de la corrupción y las políticas neoliberales implementadas por Bashar al-Assad y su séquito.

Como dice Yassin Al Haj Saleh, junto con otros hasta 150 intelectuales, artistas y periodistas sirios: «El mundo hoy es una cuestión siria, como Siria es hoy una cuestión mundial.» «La Siria destruida es un símbolo del mundo de hoy. La revolución de los sirios contra el muro de hierro del sistema internacional ha sido destruida, y no solo su revolución contra el muro fascista asadiano. Este sistema internacional que permite a los políticos como Obama, Putin y sus agentes y semejantes, que carecen de toda humanidad, tomar decisiones que violan nuestro derecho a decidir nuestro destino, como individuos, grupos o naciones, sin que los elijamos o dispongamos de instrumento alguno para pedirles rendir cuentas, es un sistema no democrático, por no decir profundamente contrario a la democracia, que ha de cambiar.»

Explicaciones geopolíticas del conflicto sirio hay muchas, y algunas son mejores que otras. En general tienen la virtud de oscurecer el sufrimiento y las aspiraciones humanas. Frente a ellas, las personas que participamos en los movimientos sociales, quizá deberíamos dejarlas por el momento a un lado y, a parte de denunciar las culpables políticas europeas de militarización y la externalización de fronteras, aprender a escuchar y apoyar a los/las activistas civiles locales que permanecen sobre el terreno y a las voces del exilio. Lo que ahora están diciéndonos es que los bombardeos de Bashar al-Asad y Rusia, los están matando.

Por eso hacemos esta convocatoria de denuncia a colectivos y personas de la ciudad de Valencia y sus alrededores.

convoca:
antimilitaristes – moc valència
retirada@pangea.org // mocvalencia.org // @mocvalencia