Sarah Aziza, 27 de octubre de 2016
Waging Nonviolence
Sólo unas horas después de que el Secretario de Estado estadounidense Ash Carter anunciara que EEUU está preparándose para lanzar una ofensiva militar contra la ciudad siria de Raqq, Abdalaziz Alhamza, de 25 años de edad y nacido en Raqqa, hablaba de su ciudad natal para la audiencia de Nueva York. Antes de que el Daesh capturara la ciudad en 2014, recordó, poca gente fuera de Siria había oído hablar de Raqqa, «pero ahora, la mayoría de la gente oye hablar de nuestra ciudad como la capital del Daesh«. Alhamza, activista-periodista y miembro fundador del grupo de resistencia Raqqa Is Being Slaughtered Silently, (Raqqa está siendo asesinada silenciosamente) o RBSS, ha arriesgado su vida durante los últimos años para contar una historia distinta. «Casi nadie allí se ha unido al Daesh. Deberíamos ser conocidos como la capital de la resistencia«.
El grupo se formó en 2014 como un colectivo de sólo 17 miembros, todos de menos de 30 años de edad, con el objetivo de difundir historias sobre «la verdadera dimensión del sufrimiento en Raqqa, y de los terribles crímenes del Daesh en la ciudad«. RBSS ha documentado y ha ayudado a organizar protestas contra el Daesh, usando plataformas online para conectar a activistas con mentalidades afines. «Vimos que estaban produciéndose muchas pequeñas manifestaciones. Nos dijimos, ‘¿por qué no le decimos a todo el mundo que venga a un sitio y hacemos una preparación realmente buena?‘ »
El grupo ha usado también el humor para cortocircuitar al califato, publicando vídeos satíricos onlines y representado bromas anti-Daesh. El grupo ha publicado vídeos de sí mismos grafiteando los muros de la ciudad con eslóganes, como por ejemplo «¡Fuera el Daesh, fuera Assad, que viva Siria!» El grupo publicó también una revista laica disidente, que disfrazaban escogiendo un diseño de portada que imitara las publicaciones del Daesh. Preocupados también de que la gente joven estuviera siendo adoctrinada por el Daesh, el grupo diseminaba viñetas que contenían mensajes a favor de la libertad.
No pasó mucho tiempo hasta que los audaces esfuerzos del grupo atrajeran las represalias del Daesh. «Los estábamos volviendo locos«, recuerda Alhamza, «instalaron cámaras de vigilancia y tuiteaban que nos atraparían. Pero fuimos más listos que ellos«. Alhamza se carcajea con una mirada traviesa y desafiante en su joven rostro, pero su sonrisa fue fugaz.
El grupo era consciente de que estaba jugando un juego peligroso. Cuatro de sus jóvenes miembros han sido asesinados por el Daesh, mientras que otros han perdido a miembros de su familia. «A uno de nuestros miembros le detuvieron a su padre y a tres de sus amigos, y dijeron que sólo los pondrían en libertad si les daba los nombres de tres de nuestros reporteros. Él se negó. Mataron a su padre». Los terroristas entonces le enviaron las imágenes del asesinato de su padre. «Fue algo horrible de ver«, dijo Alhamza.
El Daesh también ha seguido fuera de Siria a los miembros de RBSS. El director de cine sirio Naji Jerf, al que Alhamza llamó “mentor, como un padre para nuestro grupo«, fue asesinado por un francotirador a plena luz del día en Gaziantep, Turquía, donde había buscado refugio. Otros dos miembros de RBSS fueron capturados y decapitados en Turquía, y las autoridades turcas interceptaron varios coches armados que se dirigían al cuartel general de RBSS.
Alhamza vive ahora en Berlín. El Daesh ha publicado en la red recientemente sus datos personales, prometiendo una recompensa a cualquiera que le mate. Las autoridades alemanas le ofrecieron protección, pero él la ha rechazado. «No me parecía correcto, cuando tantos y tantos sirios no tienen protección«.
Ahora, el grupo opera en dos equipos: los 17 miembros que quedan en Raqqa continúan recogiendo imágenes de las atrocidades y las protestas, los cuales envían archivos encriptados a sus colaboradores de fuera del país. Cuando el Daesh se apoderó del control de los servicios de internet en la ciudad, cortando el acceso para la población general, RBBS halló formas de puentear el cierre. «Somos más listos que ellos«, repitió Alhamza.
Las mujeres juegan un papel importante en la peligrosa labor de documentar la vida en Raqqa. «Es casi como si lo tuvieran más fácil de esa manera: las obligan a cubrirse completamente, y la gente del Daesh cree que no se debe hablar con mujeres«, dijo Alhamza. Todo esto ayuda a las mujeres que participan en el grupo a evitar la detección. «La labor que realizan es fantástica«, añadió.
RBSS ha recibido la atención internacional por su trabajo, como por ser galardonados con el premio International Press Freedom por el Committee to Protect Journalists. Hoy, Alhamza aceptará en nombre de su grupo el premio al coraje cívico 2016 (Civil Courage Prize) en Nueva York. Aunque el grupo está agradecido por el apoyo internacional, hablan sin reparos de la necesidad de hallar soluciones sirias a los problemas sirios. «La respuesta está en la población local«, dijo Alhamza, en lo que respecta a la liberación y reconstrucción de las ciudades.
Alhamza dice que tiene la esperanza de que un día podrá volver a Raqq. Él y sus compañeros y compañeras de RBSS han hecho un pacto: volver a Raqqa algún día o morir en el intento. «Tengo la esperanza de que algún día volveré y abriré un negocio, un café o un bar, y mis amigos y yo podre,ps vivir el resto de nuestros días allí«.